Con motivo del proyecto de música electrónica "La Música de la Cala", que se llevará a cabo en el Empordà este verano, Rafel Planas, "Padre de la criatura", me llamó hace unos meses con la intención de plantearme crear la imagen del evento.
El proyecto parecía interesante y la ilusión que me transmitió Rafel fue motivo suficiente para aceptar el encargo así que subimos un fin de semana a la Cala Joncols, lugar donde se celebrará el evento y al que a uno le gustaría perderse durante una temporada por la belleza del paraje, aprovechando para cargar pilas en el hotel que hay en la misma.
Os he de confesar que la primera sorpresa surgió al llegar al lugar y no ver a nadie. Yo creía que durante ese fin de semana se iba a grabar el disco, momentos que yo debía captar, pero estaba equivocado. Se trataba de retratar esa cala de un modo o un look que nos acercara, en cierto modo, a la música electrónica.
Unos árboles al lado de la playa ubicarían el escenario, la casa de los pescadores se convertiría en el hotel para los músicos invitados, los bungalows, los juncos, las estrellas, etc. Elementos todos ellos que debían estar presentes en el trabajo.
Una vez que mi cabeza asimiló todo eso, empecé a pensar cómo unir naturaleza y electrónica así que decidí hacer todas las imágenes nocturnas y "Pintar" los distintos escenarios con luz. Equipado con una linterna empecé a retratar los distintos ambientes.
Con una excavadora trasladamos una de las hélices que hay en el jardín del hotel hasta la orilla del mar. El diámetro de la misma alcanzaba unos tres metros, era enorme, pero no quise jugar con el tamaño y preferí hacerlo con su ubicación. Con la cámara montada en el trípode, se expuso unos diez segundos e iluminé la hélice lateralmente con una linterna, mientras que con la otra mano utilicé otra para pintar de luz la linea blanca que veis en el mar.
Un método similar se aplicó en la siguiente imagen. Un foco nos permitió iluminar la montaña y la pose larga del obturador multiplicó su efecto, mientras que la linterna me ayudó a hacer lo propio con la casa de los pescadores. La luna puso también su granito de arena.
Unos de los lugares que queríamos retratar era el camino de bungalows que hay al acercarnos al hotel.
Aprovechando la luz de la luna para iluminar el exterior, coloqué un pequeño foco halógeno de video en el interior de uno de ellos, creando una atmósfera que me parecía interesante.
Los juncos que rodean el lugar también debían ser retratados. De nuevo, el trípode y la linterna se convertían en mis aliados, así cómo la polución lumínica del lugar.
Poco a poco iba surgiendo imágenes. Llegamos hasta el grupo de árboles cercanos a la playa donde se ubicará el escenario. En esta imagen aproveché la luz que desprendían las distintas lamparas del hotel, disparé muy lento para jugar con el movimiento de las hojas a causa del viento y volví a pintar la copa de los árboles con la linterna.
No sabéis lo mucho que nos divertimos haciendo este reportaje. Era algo distinto y atractivo a la vez. Si queréis obtener información del festival, podéis hacerlo a través de su página de facebook o bien en su blog.
Y si queréis descansar en uno de los parajes más hermosos del Empordà, disfrutando de una buena cocina, de esas de toda la vida, rica, rica, rica, en el hotel lo tenéis todo, así que no hay excusa.
Estas y el resto de las imágenes que componen el trabajo, las podéis ver a mayor tamaño en mi web a través de este enlace.