Tras algunos días con la nueva
Fuji X-Pro1, ha llegado el momento de ofrecer esta prueba de campo con el fin transmitir mis sensaciones trabajando con el nuevo buque insignia de este fabricante.
Como ya realicé en
la prueba de la X-100,
voy a centrarme más en su uso cotidiano que en sus datos técnicos. Recordar que la imposibilidad de revelar los documentos RAW de esta cámara, por el hecho de no estar actualizados los diferentes programas existentes en el mercado, me ha obligado a usar en
todas las pruebas realizadas el formato jpeg.
Sin más pasemos a la prueba.
El Cuerpo.De mayor tamaño que la X-100, la primera sensación que tenemos al tenerla en las manos es de poco peso. No por ello transmite fragilidad.
El poseedor de una X-100 se familiarizará rápidamente con toda su disposición ya que su filosofía no dista mucho de su antecesora. Algo que ha mejorado notablemente es el tacto de los botones, con una
pulsación mucho más firme y precisa.
La cámara se sujeta correctamente aunque preferiría algo más de peso. Lo siento, me gustan las cámaras pesadas. Como se aprecia en la foto, su tamaño es muy similar al de una Leica M6.
De todos modos, me gustaría comprobar el agarre incorporando la empuñadura HG diseñada especialmente para esta cámara porqué creo que ganaría estabilidad.
El visor hereda la posibilidad de visualizar óptica o bien digitalmente accionando una palanca frontal. Personalmente prefiero la primera opción por estar mucho más habituado a ella. La información es concisa y clara.
Respecto al dial de velocidades incorpora un botón de seguridad que resulta un gran acierto. En contra,
el dial de sobre y subexposición sigue moviéndose con el rozamiento al igual que ocurre en la X-100, todo y que en este nuevo modelo tiene un emplazamiento un poco más hundido en el cuerpo.
Personalmente no es que me preocupe mucho ya que siempre trabajo en Manual, pero un botón de seguridad o bien un accionamiento más duro hubieran evitado cualquier movimiento involuntario.
Tenemos que tener clara una premisa. Estamos ante una cámara que incorpora en su denominación la palabra “PRO” que condiciona, para bien o para mal, nuestras exigencias y valoraciones a la hora de realizar esta prueba.Me parece
todo un acierto la función del botón “Q”, localizado en la parte trasera de la cámara.
Con él visualizamos rápidamente en la pantalla trasera los principales settings del menú como: sensibilidad, WB, formato, calidad de captura medición, nitidez, etc. y podemos alterarlos mediante la pequeña rueda trasera.
Se trata de una función ampliada del botón “Fn” de la X-100, que permite asignarle alguna opción del menú y acceder a ella rápidamente, todo y que la nueva X-Pro1 también lo incorpora.
La nueva ubicación del selector de AF también es un acierto, ya que ahora está en la parte frontal de la cámara y no en el lateral, como sucede en la X-100.
Los Objetivos.Aquí entramos en un terreno donde existen sensaciones muy dispares y donde radica uno de los “contras” más destacables de todo este nuevo sistema. Con el lanzamiento de esta cámara, Fuji ha decidido ofrecer tres lentes fijas de alta luminosidad: 18mm/f 2, 35mm/f 1.4 y un 60mm/ f 2 Macro, que tras la conversión se transforman en un 28mm, un 53mm y un 90mm.
Considerando que se trata de una cámara muy destinada a la fotografía de reportaje, la ausencia de un 23mm, vamos, de un 35 mm. creo que es un error. Si bien es cierto que lo tenemos en la X-100, es una distancia focal muy demandada por muchos usuarios como por ejemplo fotoperiodistas o amantes de la fotografía de calle, popularmente conocida como Street Photo, y aunque Fuji ha asegurado que dicho objetivo verá la luz en un futuro próximo, creo que hubiera sido más acertado poder adquirirlo desde un buen principio.
Es una opinión muy personal ya que nunca he trabajado con un 28mm.
Entrando en materia, destacar por encima de todo su
extraordinaria calidad y resolución.
El recorte es brutal. En este aspecto solo tendremos alegrías con cualquiera de las tres óptica que ofrece este fabricante.
Otra cosa muy distinta es su construcción. En este terreno es donde habitan algunos de los problemas que he experimentado, por ejemplo con el 35mm./1.4, y que no es otro que
el molesto ruido que emite el constante movimiento de las palas del diafragma con el fin de tener en todo momento la luz correcta en el visor y en la pantalla LCD. Si bien con el 18mm. ese ruido, aunque presente, no es muy notable, con el 35mm acaba siendo molesto, sobre todo si trabajamos en lugares con poco ruido ambiental. Lo percibimos nosotros, no las personas que fotografiamos, pero como dice el argot popular es como una “mosca cojonera”. Además consume energía y
esta cámara, al igual que la X-100 es comilona, por lo que aconsejo la compra de una segunda batería si vuestro objetivo es adquirir esta cámara.
Si activamos la función “Modo ahorro de energía” eliminaremos este movimiento y por lo tanto tan molesto ruido, aunque si lo hacemos, el enfoque es más lento de reacción.
El feeling al tenerlos en las manos es de
cierta fragilidad, todo y que esto no debe traducirse en un mal funcionamiento. De todos modos, creo que distan mucho al tacto del 23 mm. que monta la X-100, sobre todo en el dial de diafragmas, donde en estas nuevas ópticas su tacto es excesivamente suave. Otra característica que no me agrada es el tener que montar los parasoles en el tambor del grupo óptico y no hacerlo en el propio chasis de la lente, con lo que ganaríamos cierta protección ante posibles golpes laterales.
Repito, estamos ante un sistema PRO y las exigencias suben al máximo.
Considero que Fuji debería replantearse un cambio en la construcción de las nuevas ópticas con las que se irá completando todo este sistema Pro.
Dicho esto,
el diseño óptico de estos Fujinon arroja unos resultados excelentes. Existen muchos portales donde ya se han publicado pruebas exhaustivas, mostrando un montón de gráficas sobre el comportamiento de estos objetivos por lo que no me extenderé en datos técnicos. La aberración geométrica de su 18mm está muy bien resuelta, tal y como podéis comprobar con la siguiente fotografía, donde las lineas de la estantería apenas tienen distorsión.
Tal vez no sea una prueba muy científica pero soy de los que se fían más de los resultados que de las gráficas. No por desconfianza sino porqué siempre he elegido mis objetivos observando los resultados en fotos reales.
La poca distorsión geométrica me gusta muchísimo ya que odio el efecto barrilete de los angulares. Fuji ha resuelto de manera notable este aspecto.
Habrá que esperar el poder revelar los documentos RAW para ver las imágenes de la forma más virgen posible.
En cuanto al 35mm. y al 60mm., seguimos con las mismas pautas de altísima calidad.
Aunque Fuji lanzará en breve un anillo adaptador para montar ópticas Leica, sinceramente no creo que con ello ganemos mucha más calidad.
Prueba de campo.Llegamos al momento que más nos gusta, que no es otro que el de lanzarnos a la calle para comprobar in situ las prestaciones de esta cámara.
El pasado martes ya publiqué un post sobre un primerísimo y anecdótico
primer contacto con la X-Pro1, pero ahora quiero afrontar todo un encargo.
Para ello, aprovecho un par de asignaciones del diario para llevar conmigo solo la X-Pro1, el 18mm y el 35 mm.
Considero importante probar este tipo de cámaras en tesituras como las que nos encontraremos en un futurible ámbito profesional, si es nuestro objetivo, amén de tener martirizada a mi pobre hija.
De todos modos, os muestro este recorte de una imagen realizada a 1.000 ISO y seguidamente el documento entero.
Mi objetivo es fotografiar algún turistas en el barrio judio del Call y de paso obtener alguna imagen que pueda ilustrar un artículo sobre la persistente lluvia que cae en Barcelona.
El poco peso del conjunto hace que llevarlo colgado al cuello no se convierta en un calvario. Nuestras cervicales no se resentirán ni lo más mínimo.
El sol brilla por su ausencia y justo
a los pocos minutos de iniciar la prueba empieza a llover.
Decido no proteger la cámara y mantenerla expuesta a la lluvia con el fin de comprobar que tal se le da la “natación”. En este sentido cabe destacar que si bien al cabo de un rato el visor ha sufrido un poco de condensación en su interior,
la cámara no ha dejado de trabajar en ningún momento y os aseguro que no cesó de llover durante las más tres horas que duró la prueba. Por la noche todavía tenía los zapatos húmedos.
A causa de la lluvia, hay poca gente por el Call, así que me dirijo a una pequeña sinagoga ubicada en la calle Marlet, pensando que allí encontraré objetos de origen judío que incorporar a la imagen ya que en la calle apenas existen.
Hablo con la persona que debe darme permiso para poder fotografiar en el interior y espero que llegue algún turista, que por cierto tarda en aparecer pero que finalmente hace acto de presencia.
Hay muy poca luz por lo que
varío la sensibilidad hasta llegar a los 3.200 ISO y poder disparar al menos a 1/60 seg.
parámetros que utilizo para realizar la siguiente imagen.
(pulsar encima para visualizar a tamaño completo)
El autofocus trabaja bastante bien, todo y que en algún momento tiende a enfocar la parte trasera de nuestro objetivo. Esto sucede sobre todo con el 18mm., con poquísima luz ambiente y cuando el sujeto que queremos enfocar tiene menos luz que el fondo de la imagen o el plano secundario de nuestro encuadre. No ocurre en muchas ocasiones pero tenemos que ir con cuidado.
Supongo que esta falta de precisión pueden mejorarse mediante un firmware, tal y como ha sucedido con la X-100 gracias a su última actualización.
Estas dudas no se deben entender como que el AF es malo, ni mucho menos, pero es algo que en una cámara Pro debería estar mejor resuelto en situaciones con poca luz (
Dichosa palabra PRO).
¿De que sirven unos documentos con mínimo ruido a 5.000 ISO si a la cámara le cuesta enfocar en la oscuridad?Cabe destacar a su favor, que
cuando la cámara nos da la conformidad de foco, este es rabioso, lo que aguantará posibles reencuadres a la perfección.
Incorpora una ráfaga de hasta 6 fotogramas por segundo pero no lo utilizo. Normalmente siempre disparo foto a foto, sobre todo con este concepto de cámara aunque es de suponer que en algún momento serán útiles pero en este caso y debido a mi forma de trabajar, no lo han sido.
Habituado a mi experiencia con la X-100,
normalmente llevo seleccionado el modo de enfoque manual, utilizando el boton AE/FE trasero para activar el AF de la cámara. De este modo, una vez tengo el punto seleccionado a foco, puedo ir disparando a una cadencia más rápida, aunque tenga seleccionado el disparo foto a foto.
En cuanto al
enfoque manual, este no dista mucho de la X-100 y
sigue siendo una asignatura pendiente, pero que muy pendiente. Finalmente es una cámara que no lleva nada bien el enfocar a mano y
sigue sin aportar al menos una confirmación de foco. Tan solo con que el rectángulo central se encendiera una vez tuviéramos el sujeto a foco sería todo un acierto.
Salgo de la Sinagoga y espero entre los callejones del Call que aparezca algún turista perdido. Un grupo de ellos me sirve para realizar una de las imágenes de lluvia que debo realizar para el diario.
El monitor de 3" de la cámara ofrece una visión bastante fiable de la toma y poco a poco voy haciéndome a la X-Pro1. Como he dicho anteriormente, el uso del 28mm. no es de mi agrado ya que si quieres acercarte a la gente y que rellene mucho el plano, esta queda algo distorsionada a causa de las fugas de esta distancia focal. Definitivamente añoro el 35mm. pero en fin. Es lo que hay.
Intento captar algún turista por las estrecheces del Call. Considero importante para esta imagen que las callejuelas tengan bastante protagonismo.
Tras revolotear durante unas horas doy por concluido el trabajo.
La insistente lluvia no ha sido motivo para que la X-Pro1 dejara de funcionar pero yo he acabado bien remojadito.
Resultados.Como he apuntado al inicio de este artículo, la falta de reveladores que nos permitan trabajar en formato RAW me ha obligado a realizar
todo el trabajo en Jpeg. Un formato donde esta cámara se siente cómoda y ofrece unos resultados realmente buenos. No hemos de olvidar que si el formato elegido es RAW, este no es mágico y tendremos que tener cierta experiencia en su revelado para sacar el máximo rendimiento del mismo.
La X-Pro1 ofrece una serie de parámetros que emulan película de este fabricante como Provia, Velvia y Astia, donde el contraste varía así como la saturación del color.
También tenemos la opción de un blanco y negro standard o bien simulando la aplicación de algún filtro como podría ser el rojo.
Personalmente no lo utilizo aunque he querido hacer estas imágenes para que vosotros mismos podáis opinar. Considero más interesante hacer la toma en color y posteriormente convertirla a B/N, todo y que parece ser que algún insigne fabricante presentará próximamente una cámara que equipará un sensor monocromo... ¡¡¡ Están locos estos teutones !!!!
Volviendo a lo nuestro, resulta excesivamente anticipado analizar y dar un opinión fundada sobre los resultados finales que ofrece esta cámara respecto a su captura de sensor, posponiendo el veredicto para el momento que pueda revelar el formato RAW.
Lo prometo.
Basándome exclusivamente en su captura Jpeg.,
la calidad que ofrece esta cámara nos cautivará desde un primer momento, tanto por su rango dinámico como
por su mínimo ruido a altas sensibilidades. Cuando este fabricante anunció una calidad a la altura de algunos sensores full frame de alta gama no iba desencaminada y lo prometido es una realidad.
La X-Pro1, como cualquier cámara de telémetro o filosofía similar, requiere unos días de adaptación si nuestra experiencia con este concepto es inexistente.
Las posibles fallos de diseño y funcionalidad observados durante esta prueba pueden tener una rápida solución a base de firmware. La predisposición de este fabricante a escuchar a los usuarios y rectificar errores dictará sentencia. Algo que Fuji a realizado en numerosas ocasiones.
No creo que tarde mucho en llegar su primera actualización. Es más, según he podido leer en infinidad de reviews publicados en internet lo anuncian, comentando que se basará casi exclusivamente en la mejora de su AF. Esperemos que sea verdad.
La X-Pro1 es una cámara que puede abarcar un abanico de usuarios muy amplio. Desde el aficionado que admire cámaras con un look retro, al profesional que busque en ella una segunda cámara que acompañe a sus réflex digitales o mejor aún, un primer cuerpo liviano y discreto, con una captación de altísima calidad y la posibilidad de intercambiar objetivos.
Personalmente sigo pensando en una futurible "X-Pro2" con sensor Full Frame. No tanto por la mejora de calidad del sensor sino por trabajar con la distancia focal original de las ópticas.
A estas alturas del artículo tal vez os preguntéis por su posibilidad de grabar video. Pues bien, poco puedo aportar en este terreno por dos sencillas razones. En primer lugar por no tener el suficiente conocimiento como para emitir un veredicto y en segundo porque me importa poco. Supongo que si algún día lo utilizo me parecerá correcto. La verdad es que tras seis días con la X-Pro1 no se me ha ocurrido grabar ni un solo segundo. Lo siento.
Son tres los principales puntos encontrados en esta cámara que deberían subsanarse y que elevarían esta cámara a cotas mucho más altas:
1.- Mejora de la precisión del AF en situaciones de poca luz.
2.- Eliminar de algún modo el molesto ruido que emiten las palas del diafragma del objetivo en constante movimiento.
3.- Disponer de una conformidad de foco cuando trabajamos enfocando manualmente. Al igual que lo hace en autofocus, iluminando de color verde el rectángulo cuadrado que hay en el centro del visor, esta podría ser una buen sistema tanto para enfocar a mano como cuando activamos el autofoco mediante el botón trasero "AE-L/AF-L".
Considerando que Dios es fotógrafo y, en este caso, japonés, estoy seguro que estos deseos no caerán en saco roto.
Por el momento, demos la más sincera bienvenida a una cámara que dará mucho, mucho que hablar. No tengo la menor duda.
Nota:Si estáis interesados en algún punto en concreto de la cámara, dejar vuestras preguntas en el apartado de "Comentarios"