Hoy, más que nunca, el cine está mudo.
Ayer murió Pierre Gamet, excelente técnico de sonido y por encima de todo, una persona gentil, afable, tierna, humana, profesional. Un ser humano de los pies a la cabeza.
Tuve el inmenso placer de conocer a Pierre y a su inseparable Bernard durante el rodaje de "El Embrujo de Shanghai". Desde su pequeña y portátil mesa, Pierre grababa el sonido mientras Bernard, percha en mano, acercaba el micrófono a los actores. Eran una pareja inseparable, todo un matrimonio cinematográfico. Pierre me comentaba que había pasado más tiempo con Bernard que con su propia familia.
Desde que lo conocí, sentí por él un cariño especial y siempre que coincidíamos en algún rodaje le regalaba fotos como recuerdo. Desde la más profunda de las admiraciones siempre me fascinó observar a este ser entrañable, cercano, ganador de cuatro premios Cesar, entre otros galardones, sentado ante sus grabadoras, ausente de todo sonido que no fuera el cinematográfico.
La última vez que lo vi fue en Olot, con motivo del rodaje de la última película de su inseparable amigo Fernando Trueba. Me preguntó que cámara llevaba colgada al cuello, "... es un modelo nuevo de Fuji" contesté y añadí: "... lo han hecho pensando en ti. Escucha que poco ruido hace cuando disparas...". "Uff, está muy bien..." respondió.
Pierre era Cine, todo un militante del séptimo arte, amante de los susurros, los diálogos y los silencios. Su aspecto de aventurero corpulento le daban una apariencia mágica, especial. Para mi era como la de un fotoperiodista de antaño. De la vieja escuela.
Quisiera con este post rendir homenaje a un de los seres más entrañables que la vida me ha dado el inmenso placer de conocer.
Hasta siempre Pierre.
Un post muy bointo, David. Lamento tu pérdida.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias David por el cariñoso recuerdo del amigo Pierre como bien dices "uno de los seres mas entrañables" que unos pocos tuvimos el placer de conocer.
ResponderEliminarJuan Molina