Los especialistas en blogs suelen decir que una entrada tiene que verse completa en la primera pantalla. Que un primer “roll", o denominación similar, con el ratón para subir el texto inferior tiene un pase, dos ya no.
Bueno, pues esta vez creo que habrán algunos más. Lo siento, pero el tema se lo merece y además hoy no os quejaréis. Como en el baloncesto, Tres de tres.
El pasado miércoles 15 de septiembre, Àlex Garcia inauguró la exposición “Mercès a tots” en el certamen Fotomercè 2010.
El sábado antes estuvimos hablando sobre la exposición. He de confesar que me quedé perplejo cuando Àlex me comentó que no habían copias físicas sino una proyección con su trabajo. Era una nueva opción que habían planteado los actuales responsables del certamen.
Así que el primer día que tuve libre me acerqué hasta el Palau de la Virreina para comprobar in situ el resultado de esa novedad.
Previamente visité la exposición Antifotoperiodismo de la cual destacaría las fotografías realizadas desde el tren por Paul Fusco durante el traslado del cadáver de Robert Kennedy desde Nueva York a Washington.
Tras ese viaje por la América del 68, me trasladé hasta la Sala Xavier Miserachs para ver el “Fotomercè 2010”.
Primera sorpresa. La sala ya no tiene ese nombre a favor de la nueva denominación “Virreina LAB” y pienso ¿donde estará la Sala Miserachs ahora? Desconozco el sentido de ese cambio, si es que tiene algún sentido. Ese nombre se puso en honor de ese fantástico y entrañable fotoperiodista pero…prosigo.
Entro en la sala y repaso las fotos que ocupan el primer espacio. Una a una, me detengo en cada una de ellas. Supero ese espacio destinado al concurso popular y me adentro en la sala donde se proyecta el trabajo de Alex. Tras leer la expléndida presentación de Jaume Collell me siento en el suelo. Levanto la mirada y observo que las imágenes parecen estar pixeladas y me extraña ya que personalmente había visto los documentos originales digitales de Àlex.
Pues si, están pixeladas. Sorprendido miro hacia el proyector. No parece que sea muy moderno pero me resulta extraño que las imágenes del fotógrafo oficial de la fiesta, invitado especialmente por el Ayuntamiento de Barcelona, se muestren mediante un sistema tan precario.
Conocedor del excelente trabajo realizado por Àlex y ante la pésima calidad de la proyección me dirijo al siguiente espacio, no sin antes hacer una parada para leer una breve presentación de la exposición escrita en la pared y del cual reproduzco un fragmento. (permitidme que lo halla traducido al castellano para una mejor comprensión de todos aquellos que no entiendan el catalán.)
“ Pero estas fotografías, hechas por sus habitantes en días de fiesta, desentierran las mil caras que se resisten a ser unificadas en una postal. En un momento en el que la fotografía digital es ya un estándar y un ingrediente de nuestra vida cotidiana, estas fotos copiadas en papel y colgadas en la pared intentan retener y dar solemnidad a cosas que el ojo casi no llega a captar”
Le pregunto a un joven, responsable en esos momentos de la sala, si existe algún tríptico de la exposición para intentar averiguar quien a escrito ese texto. “Ayer habían pero hoy no hay ninguno” me responde atentamente.
Pienso en la acertada reflexión que hace ese texto sobre el poder retentivo que tiene la copia fotográfica y de nuevo me pregunto que sentido tiene entonces la apuesta por mostrar el trabajo del fotógrafo profesional a través de esa proyección. Por cierto, ¿ ese texto de presentación no debería estar al inicio de la exposición?
Desde luego, la experiencia tiene su miga. Me dirijo a la tercera y última sala. Visto lo visto… ¿Qué sorpresa nos deparará???
El espacio donde en otras ediciones se mostraban más imágenes, ahora está habitado por un ejercito de sillas vacías dispuestas en fila, a la espera que algún ilustre orador se siente en la mesa que preside el lugar. Encima de la mesa, una proyección muestra las fotografías mandadas digitalmente al concurso y... ¡¡¡¡ si, hay sorpresa !!!!! Resulta que la proyección tiene más calidad que la vista en la otra sala, la teóricamente profesional.
Ante todo este número de despropósitos me relajo viendo las copias colgadas en la pared, como las de toda la vida, y pienso lo bien que mira el fotógrafo aficionado. Hay imágenes que bien podrían ser la portada de cualquier medio de comunicación de la ciudad. Felicidades a todos.
Os muestro las cinco que más me gustaron antes de entrar de lleno en la conclusión:
INCLINACIÓ de Viçens Dorsé i Puigcarbó.
YO VOY CAMINANDO de Mª Carmen Sierra Sebastián.
CAP A CASA de Jordi Cohen Coldeforns.
CONTAGI DE FESTA de Asunción Pera Cámara.
VOLAR de Cristobal Lopez Muñoz.
Conclusión:
Hace tres años tuve el honor de ser ese fotógrafo oficial de la fiesta, la fiesta de mi ciudad. Fue algo bonito. Estresante pero bonito.
Conozco a Carles Guerra, responsable de Virreina Centre de la Imatge de Barcelona y encargado, supongo yo, de esta exposición. Es una persona que me merece el mayor de los respetos por todos sus conocimeintos, es por ello que me resulta difícil entender toda esa cadena de despropósitos.
Una proyección audiovisual puede llegar a ser un gran modo de mostrar imágenes pero para ello se requiere un trabajo profesional por parte de la organización, disponer de un material, en este caso proyectores, a la altura y tal vez un cambio de ubicación más adecuado para la ocasión.
El número de visitantes que recibe la exposición “FotoMercè” es brutal, os lo aseguro, entonces, ¿Por qué no cuidar un poco más su presentación?
Àlex, en concreto, no se lo merece. Y lo remarco porque es inverosímil que siendo el fotógrafo invitado por el Ayuntamiento, el profesional, sea el menos cuidado. Aquí hay algo que no cuadra muy bien.
Y por favor, que no digan que es una cuestión de presupuesto, eso no vale. No estamos hablando de cifras “galácticas” precisamente, tan solo de sentido común.
Afortunadamente, el concurso popular requiere la copia fotográfica, esa que dicen retiene el tiempo y encima no le supone un gasto al consistorio, y aunque precisarían más espacio para que las imágenes respiraran mucho mejor, a todas ellas te aferras para poder digerir un lamentable montaje repleto de carencias. que comparado con anteriores ediciones, por distinto cae en lo erróneo.
A pesar de todo, la cita es obligada y recomendable. La calidad e ilusión puesta cada una de las imágenes que componen este recorrido por la fiesta de la Mercè del año pasado merecen vuestra visita.
Lo podréis ver en la Virreina Centre de la Imatge. ¿En el Centre de la que?
De la imatge. Gracias.
Pues si, un día productivo el de hoy...
ResponderEliminarDos cosas a comentar de esta entrada:
primero hay una cosa que no me cuadra con el modo de exponer. Si yo fuera el artista invitado (soñar es gratis), me fastidiaría en extremo lo de la proyección ya que para mí es fundamental el tamaño en el que exponer las fotos. Hay algunas que a pequeño formato transmiten más que en grande y viceversa.
Y segundo que se disfrute con fotógrafos amater. Por hacer un símil, mis ídolos eran los Rollings, ¡pero cómo me divertía con la banda de R'n'R de mi barrio...!
Y aún con todo qué envidia me dais. LO digo desde Madrid.
ResponderEliminarJaime, el tema de la proyección es un absoluto despropósito. La selección realizada por Àlex era de 30 imágenes. Así que tuvo que meter tropecientas más para poder hacer la proyección, con todo lo que ello puede suponer.
ResponderEliminarNo cuestiono el formato audiovisual sino el modo y los medios. Tal vez se podría haber hecho en otro lugar, por ejemplo el auditorio del CCCB, con diversas sesiones durante el día, bien cuidadas y editadas y en un recinto más adecuado. No lo sé, solo es una idea.
Pero fíjate en un detalle. El día de la inauguración, según he podido leer en el blog de Jordi Cohen, eran tres los proyectores que simultáneamente proyectaban imágenes en tres paredes distintas. Cuando yo fui era solo uno. Supongo que han decidido cambiarlo ante tal despiporre.
En cuanto al concurso popular creo que se han seleccionado menos fotografías que antaño. Las imágenes están demasiado cerca unas con otras, pero todo y así es donde mejor se ven las imágenes.
Lo que más duele es que todo esto ocurra en el Centre de la Imatge de Barcelona.
Al igual que David y ahora Alex, como fotógrafo invitado a Fotografias las Fiestas de la Mercé del año 2002 lamentar profundamente todo lo que David ha explicado a la perfección en este post.
ResponderEliminarPues así es. Como fotógrafo invitado de la edición anterior y después de inaugurar la proyección, un regusto amargo acompaña la experiencia vivida como cronista de la fiesta de mi ciudad. El trabajo que presento queda vergonzantemente deslucido y me pregunto si una cosa que en su formato tradicional funcionaba por sí sola ha de estar en manos de gente que parece no entender que en una exposición lo mínimo exigible es que las fotos se vean lo mejor posible. En fin, con gusto aconsejaría ir a verla, pero mi decepción me lo impide. Otra vez será...
ResponderEliminarMe temo que el despropósito de la exposición del trabajo del estupendo Alex es sólo un capítulo más de lo que se viene avecinando. A mí me ha dolido muchísimo que cambiaran el nombre de la Sala Miserachs -me pregunto cómo lo vivián las hijas de Xavier, por ejemplo- por esa modernez de "Virreina Lab". No me vale la excusa del "no, es que la hemos trasladado arriba": la gracia era justamente que estuviera a nivel de calle; por allí pasaba todo el mundo, era popular, en el término "doisneauiano" de la palabra. Dudo mucho que la gente "de la calle" suba las escaleras. A mí me encantaba, cada Merçè, la mezcla de fotos del invitado, los aficionados del concurso y la muestra de los gigantes y el bestiario de la ciudad. Me temo que seguimos viviendo en un pequeño país de perros flacos, poco respetuoso con su patrimonio cultural. Un país que confunde modernez con modernidad, en la misma onda de la "genial" política de plantar alegremente puestos de helados para guiris en La Rambla.
ResponderEliminarToda mi soliridad con Alex.
La semana que viene iré a ver la proyección en la Virreina (todavía no he podido ir) pero así como no tengo duda de las excepcionales fotografías de Álex (un autentico crack) pero todo apunta a que la moda de los concursos y participación popular ha ganado por goleada la partida a la fotografía de autor. Sin querer restar importancia al concurso y los aficionados (¿porque no se invierten los papeles proyección/ impresión?). Un encargo como este ¡¡¡que se hace específicamente para realizar una exposición!!! debería dar al autor la posibilidad de escoger al autor como se exhibe su trabajo (o contar con un comisario de exposición para planificar la muestra). Una exposición, no es sólo hacer las fotos, es editar, elegir una manera de imprimir/mostrar las fotografías y debería ser, también, decidir la forma de colocar las fotografías. Y para ello disponer de un espacio (y/o equipo técnico) digno y suficientemente grande.
ResponderEliminarLa excusa de la crisis o los gastos no sirve. No es cuestión de dinero.
Esta semana he inaugurado un exposición en el Museo de la Ciencia de Valladolid. Es un museo científico, no fotográfico (y donde no suelen hacerse exposiciones de fotografía), pero el trato ha sido excepcional. Focos para cada imagen instalados ex-proceso, la sala totalmente oscurecida y suficiente espacio para colgar 38 fotografías de 1,60 x 1,20 cm. Además, libertad absoluta para colocarlas donde y como quisiera (si queréis ver alguna imagen podéis mirar este link: http://www.andonicanela.com/sel/lm).
Por cierto, ¿desde cuando se hacen las exposiciones de la Mercè con el fotógrafo invitado? ¿cuantas ediciones ha habido hasta ahora? No he sido capaz de encontrar en internet (ni en la web del ayuntamiento ni en otras; quizás torpeza mías) los trabajos anteriores organizados por autores o años.
Coincido al 100% con Andoni y me reafirmo:
ResponderEliminarpara mí una foto no es foto hasta su tratamiento final,que es en papel. Sólo con entender la etimología de la palabra foto-grafía, no hay más que rascar. ¿que hay otras formas de expones fotos? por supuesto, pera para mí no es lo mismo.
Soy un aficionado a la fotografía y después de ver la exposición del concurso tuve que preguntar dónde estaban las fotos de Àlex García. Me mostraron un folio arrugado que señalaba la "sala del fondo" donde vi la proyección. Salí decepcionado por el poco protagonismo y por la deficiente calidad de la proyección. No entiendo como el Ayuntamiento ha podido hacer semejante despropósito.
ResponderEliminarCasualmente llego a este blogg donde aparece una foto mía, tengo que agradecer tu merecimiento. Como sabrás este año ni siquiera se presentaron el papel.Un abrazo y gracias una vez mas.
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