domingo, 3 de marzo de 2013

Reflexiones sobre el retoque digital.

Cuando todavía resuenan por internet opiniones y reflexiones sobre el retoque digital aplicado al fotoperiodismo o al documentalismo, desde "TheWside" he querido recopilar en un artículo la opinión de distintos profesionales vinculados a nuestro sector, a los cuales se les ha formulado la siguiente pregunta a modo de reflexión:

"En tu opinión, ¿Donde está el limite de retoque en una fotografía dentro de un ámbito fotoperiodístico o documental?"

Su participación ha sido voluntaria y estas han sido sus respuestas:

Pepe Baeza, Redactor Jefe de Fotografía del Magazine de La Vanguardia y autor del libro "Por una función crítica de la fotografía de prensa":
"Más que intentar definir con precisión el grado en que se pueden aplicar las herramientas que facilitan los programas de tratamiento de imagen, el debate sobre la artificialización de la fotografía documental debe centrarse estrictamente en recordar la finalidad que ésta tiene; el resto viene solo.
La fotografía documental se debe a la representación de la realidad significativa desde puntos de vista vinculados a las ciencias sociales (economía, sociología, antropología, política...) y por tanto hacer comprensible esta realidad representada tiene que estar en la base de la estética que esta fotografía utilice. Problematizar el acceso a la comprensión, falsear la representación, sólo se explica por el interés de algunos fotógrafos en anteponer la estética - y por tanto su prestigio personal como autores- a la obligación testimonial que quien se define como documentalista se autoimpone.  Un fotógrafo documental sirve a la realidad que representa; un falso documentalista se sirve de esa misma realidad para construir con ella un cuerpo de obra valorado desde parámetros estéticos.
Los Jurados de los certámenes documentales- fotoperiodísticos o no- nunca debieran perder de vista que el valor principal de un trabajo es hacer comprensible un fragmento de la realidad, aportar las imágenes que favorecen la información y el análisis; que la mejor estética es aquella que se ajusta a este fin y que, en definitiva, "añadir" con un programa informático un plus estético a un trabajo documental sólo sirve para entorpecer el acceso a sus valores fundamentales. Además, en un sentido puramente estético, son un pegote."

© Samuel Aranda.

Samuel Aranda, fotoperiodista, Premio World Press Photo 2011:
"... el Photoshop se debe utilizar lo mínimo posible, simplemente para retocar errores de medición de luz o de color, no para crear situaciones de luz alejadas de la realidad, aunque es solo mi opinión personal. Antes cada uno elegía el tipo de película que quería para crear la luz o el color que más le gustaba. Podíamos elegir entre Kodakchrome, Velvia, Kodak SW o NC dependiendo del color con el que queríamos trabajar y creo que la linea debe estar en que lo mostrado se real y ya está."

© Bernat Armangué.

Bernat Armangué, fotógrafo de la agencia AP,  1º Premio en Spot News en el reciente World Press Photo: 
"Creo que la máxima premisa debería ser el sentido común, pero obviamente eso no es tangible y varía en función de cada uno. 
A mi me gustaría ver en la imagen algo que no te aleje de esa realidad que un día estuvo allí. Eso también es complicado porque entonces sólo nos quedaríamos con fotografías realizadas entre focales de 35mm a 60mm; el blanco y negro desaparecería, las imágenes en movimiento también (fueran por accidente o intencionadamente), etc. y los archivo de fotoperiodismo quedarían reducidos a la mínima expresión.
A lo largo de los años muchos fotógrafos han usado diferentes técnicas para definir su estilo: escogiendo entre la variedad de emulsiones sensibles, químicos de revelado, papeles fotográficos, ópticas... y escogíamos en función de nuestros gustos o de nuestras posibilidades económicas. Con la aparición de los softwares de edición, opciones y debates se han multiplicado.
Dentro de la realidad fotoperiodística, el uso excesivo de la post-producción no me complace demasiado, pero creo que el discurso debería ir mucho más lejos que eso pues existen otros tipos de alteración de la realidad. "Montar" imágenes y hacerlas pasar por algo espontáneo sería un buen ejemplo.
Para mi, lo más importante es volver al origen. Imaginarme esas fotografías sin sus procesos de post-producción y preguntarme ¿Es una buena foto?. Si la pregunta es afirmativa perfecto, si la respuesta es negativa, pasar a la siguiente fotografía.
Aunque claro... ¿que es una buena foto?"

© Fabio Bucciarelli.

Fabio Bucciarelli, 2º premio en Spot News Stories en el reciente World Press Photo.
"En general, creo que la post-producción es parte íntegra de la imagen y siempre lo ha sido, desde el analógico al digital. La post-producción es importante para dar más fuerza a la imagen. Es fundamental que no se hagan foto montajes, ni añadir ni quitar cosas, objetos o personas que provengan de otra imagen. Que no se cambien los colores y con ello me refiero, por ejemplo, a no cambiar un rojo por un azul o un amarillo por un verde. Es importante que se respeten las luces; si en la foto la luz entra por la derecha, que no cambie su dirección tras la post producción. Con los contrastes, saturaciones y dominantes se puede "jugar" para mejorar la imagen, para darle más fuerza, pero sin pasarse, claro. ¿Que significa "pasarse"? Pues no cambiar el significado de la imagen, que no parezca irreal.  Sobre los  crops (recortes) yo no suelo cortar normalmente la imagen pero considero que si debo hacerlo no eliminar más del 10 o el 15% de la toma.
La post-producción bien hecha es la que resalta el significado de la imagen, no lo altera ni lo cambia, para que esa fotografía llegue con más fuerza a quien la mira." 

© Tino Soriano.

Tino Soriano, Fotógrafo de National Geographic : 
"Me planteo esta cuestión siempre que estoy delante del ordenador, optimizando raw´s que mi cámara ha capturado con las mínimas alteraciones posibles. Particularmente intento que mis registros respiren realidad. Quiero que el lector los pueda identificar con lo que ve cotidianamente, sin exagerar la situación, el contraste o la distribución de luces y sombras. Aparte de no cortar, ni copiar o clonar nada. El límite del retoque en una fotografía documental me lo recuerdan constantemente los fotógrafos que, partiendo de un raw relativamente insípido, acaban mostrando un cuadro de Turner."

© Walter Astrada.

Walter Astrada, fotógrafo.
"Yo realmente utilizo muy poco el Photoshop y el límite es el que me hace mantener las fotos con los colores y la luz del momento de la captura. En muchos casos disparo simultáneamente en Jpeg. y RAW por dos motivos, si debo enviar algo rápido puedo usar las jpeg. y por otro lado son las fotos que  mantienen los parámetros de la toma.
En el caso de la polémica por el uso del photoshop en la fotografía de Paul Hansen, sólo me queda comentar que esa es la razón por la cual prefiero casi ni retocar mis imágenes, porque en ese caso se está hablando más de la técnica en el uso del photoshop que de lo que muestra la imagen.
Y lo que la imagen muestra es la muerte de dos niños y el dolor de toda una población. En verdad, me parece indecente tener conversaciones sobre el uso de la tecnología digital con imágenes de denuncia de un problema o de una situación.
Por eso prefiero apenas darle un poco de contraste, hacer un burning o dodge si se necesitan y en su justa medida y listos, para que se hable de lo que mis imágenes muestran y no de si hice más o menos "photoshop" a la imagen."

© David Ramos.

David Ramos, Fotógrafo, colaborador con la agencia Getty:
"El grado de retoque permitido en una imagen documental o dentro del marco del periodismo gráfico, a mi entender, es fácil de definir. Partiendo de una escena real, utilizar todas las herramientas que el fotógrafo tiene en la actualidad a su disposición para que su imagen sea más cercana posible a esa realidad. En esa ecuación omito conscientemente las variables del ego, vanidad y el uso en beneficio propio de esas herramientas para destacarse del resto de "competidores",  en estos días trufados de cientos de miles de imágenes.  Las omito porque creo que no caben en ningún trabajo documental ya que los únicos protagonistas en ellos son los sujetos y sus realidades y no el nombre ni la estética artificial creada por el autor.
Lo realmente triste es ver como certámenes de referencia, con apellidos de referencia y publicaciones centenarias permanecen en silencio mientras premian y ensalzan a la categoría de referentes a fotógrafos de escaso contenido, corto recorrido, estética prefabricada y con un alto menosprecio a la realidad que han decidido documentar.
Desafortunadamente, el documentalismo de concurso, el inspirado en hechos reales, el de postín, la farsa, actualmente goza de todo el reconocimiento. El documentalismo sincero, cercano a hechos reales, sin interferencias narrativas y con el único objetivo de ser el transmisor, está a punto de echar el cierre por falta de reconocimiento y fotógrafos que lo ejerzan."

© Clemente Bernad.

Clemente Bernad, fotoperiodista:
"Creo que la práctica del fotoperiodismo o de la fotografía documental comporta el respeto por el autor hacia los hechos que quiere representar y a la asunción de la responsabilidad que le corresponda respecto a lo fotografiado y a los resultados obtenidos, entre otras razones porque se trata de un pacto insoslayable establecido con el lector de dichas imágenes por el que se entiende que no se le va a mentir. A partir de aquí es sencillo tomar las decisiones correspondientes en cada caso puesto que nadie mejor que el propio autor para saber si sus limites coinciden con esas exigencias, por lo que creo que cada cual debe conocer el terreno que pisa y acarrear con sus elecciones.
Es curiosos comprobar cómo los códigos deontológicos a los que se quiere someter a las imágenes fotoperiodísticas actuales hunden sus raíces en las prácticas analógicas, lo que simboliza perfectamente las enormes dudas y la profunda desconfianza que siempre han generado las imágenes fotográficas utilizadas dentro de un contexto informativo, porque en el fondo se trata de una cuestión moral que involucra aquellas cuestiones que se consideran fundacionales en el documentalismo: honestidad, verdad y responsabilidad.
La posproducción digital en la actualidad ha dejado obsoleto el concepto de simple "retoque", pero es sólo el síntoma de toda una tendencia estética que obedece fielmente a las leyes del mercado, que cree que las imágenes periodísticas tienen la obligación de mostrar la realidad más real de lo que ya es (Cómo si no fuera suficiente) y que explota hasta la extenuación una serie de recursos estilísticos cuya referencia es la ficción y que no logran otra cosa más que uniformizar todos los discursos y todas las prácticas.
En realidad no me interesan las indagaciones pseudopoliciales o forenses sobre el proceso de elaboración o postproducción de cada fotografía, prefiero trabajar por una educación integral que nos permita ser conscientes de cuales son las condiciones de la representación visual en cada momento histórico y en cada contexto cultural y político para saber de una determinada es justa o no con la realidad que quiere representar y en qué sentido.
Lo grave es que todos estos recursos estilísticos enmascaren los contenidos que pretenden mostrar y que opten por buscar la emoción fácil o la admiración ante el virtuosismo estético, pudiendo tratar de que nos hagamos preguntas que cuestionen verdaderamente nuestra idea de las cosas, quizás a través de imágenes menos efectistas pero mucho más ricas y efectivas. Quiero pensar que otras imágenes documentales son posibles y que tienen una vida mucho más intensa y fértil, alejadas de las modas y del manierismo impuesto por los mercados. Creo que estas imágenes maquilladas no nos representan.

© Sandra Balsells.

Sandra  Balsells, fotógrafa y profesora de la Universidad Ramón Llull.
"Ante la dificultad de establecer parámetros sobre el nivel de retoque aceptable en el ámbito de la fotografía documental, hay dos premisas básicas que deben regir irrefutablemente nuestro oficio: sensatez y honestidad.
Sensatez para evitar que las escenas inmortalizadas sean innecesariamente desvirtuadas por aspiraciones meramente ornamentales; entendiendo que desvirtuar implica un alejamiento gratuito de la realidad que capturamos a través de nuestra mirada personal.
Honestidad para evitar que el fotógrafo transmita, de forma malintencionada, una versión falsa o travestida de la realidad.
Como en tantos ámbitos de la vida, los excesos suelen ser perniciosos. Lo mismo ocurre con la posproducción de imágenes. Y también, como en tantos otros ámbitos de la vida, la discreción suele ser seductora. Lo mismo pasa con la posproducción de imágenes. Dosificar las herramientas de retoque con sensatez y honestidad nos permite establecer unos límites -siempre subjetivos, claro está- pero sin duda alguna decentes para transmitir la realidad. "

Victor R. Caivano, Fotógrafo agencia AP:
"El límite más claro es cuando se borran elementos de una fotografía. El retoque no debería ser más que el uso moderado de las herramientas básicas de Photoshop para ajustar la imagen a las condiciones de luz reales. Casi todos los fotoperiodistas serios estarán de acuerdo con ello. El debate gira en torno a cierta moda súper estilizada de retocar las fotos con un ajuste local muy preciso y exhaustivo, casi pixel a pixel.  Las fotos trabajadas así parecieran estar hechas con múltiples flashes portátiles, cómo una imagen corporativa. Ese conflicto semiótico entre lo que hemos aprendido a decodificar como foto producida y las fotos de noticias, lleva a la pérdida de veracidad de la imagen fotoperiodistica, porqué si bien el fotógrafo no miente, alterando el contenido, asocia estilísticamente la imagen a las producciones de Hollywod, las cuales sabemos que son siempre mentiras. Existe una asociación peligrosa ahí que puede ser hasta subconsciente. La realidad no está iluminada perfectamente."


Pedro Armestre, fotógrafo, colaborador de la agencia AFP:
"El fotoperiodismo solo puede ser fiel a la verdad y la información, sin olvidar dar voz a quien no la tiene. Saliendo de estas bases estamos haciendo fotografía, no periodismo gráfico, y ese delito lo pagamos con la pérdida de nuestra credibilidad. ¿Alguien se pregunta porque esta profesión fue hace tiempo una de las más valoradas y ahora se encuentra a la cola de mil otras? Saltos continuos nos han situado allí.
¿Porque no escribe del mismo modo un bolígrafo en manos de un poeta, un contable o un periodista? Simplemente porque la herramienta es la misma y los lenguajes distintos.
El límite se encuentra en la realidad. Realidad solo hay una, con matices. Superarlos lo convierten en mentira. Los márgenes de maniobra, técnicos o digitales, nos permiten destacar o potenciar ciertos aspectos. Nunca en transformarlos en situaciones nuevas y distintas."

Joan Roig, Responsable de retoque en "Addretouch".
"Entiendo que el problema está en la difusión de los bordes entre fotoperiodismo y fotodocumentalismo. Muchos fotógrafos no quieren ser fotoperiodistas y poder gozar de la libertad interpretativa que se le supone al documentalismo. En el campo del fotoperiodismo (hablo en general) no se es tan crítico en los recortes o las ráfagas que en documentalismo lo son. En el documentalismo no lo es con el incremento del contraste o corrección del color que en periodismo si son.  El problema es que la gente o los concursos no hacen distinción apenas entre un estilo u otro, mezclando ambos conceptos en una misma categoría y cuando gana alguien que contempla la interpretación de la imagen todo un sector se levanta en cólera.
Yo reivindico un iso de calidad en el que cada uno de ellos se posicione como fotoperiodista o fotodocumentalista y separando cada sector por diferentes niveles de "dureza": Nivel 1 admite ajustes de niveles, Nivel 2 compensación de exposición, Nivel 3 incremento de contraste y un máximo recorte del 10% de la imagen original, Nivel 4 hasta un 40% de contraste más viñeteo, etc. En las bases de los concursos o categoría de premios, figura que se acepta hasta ese nivel.  El fótógrafo se posiciona en si es documentalista o periodista y si entiende que ráfagasm recortes de más del 50%, viñeteos, contrastes altos, subexposicones intencionadas, fotos en clave alta, etc. están permitidas a su entender.
Entiendo que World Press Photo sería el único que podría unificar esto, pero parece que tiene miedo a hacer unas normas que puedan causar tanta polémica. Esto permitiría a todos los estilos dentro de un ámbito fotoperiodístico o documental y no serían tan difusas las fronteras entre uno y otro y las discusiones, entiendo, se acabarían."

Emilio Morenatti, fotógrafo de la agencia AP. (Actualización 16:20 horas)
"Justo a la entrada del edificio que alberga la escuela de periodismo más antigua del mundo, hay un cartel en el que se puede leer: "Cliff Edom´s. Credo: "Show truth with a camera. Ideally truth is a matter of personal integrity. In no circunstances will a posed or fakephotograph be tolerated"
El señor Cliff Edom está considerado por muchos el padre del fotoperiodismo, para mi, este también es mi credo.
En términos de postproducción, las reservas mediante niveles y mejoras del color estarían permitidas en nuestras imágenes como se hacía antaño en el laboratorio, siempre y cuando, nuestra imagen fotoperiodística conserve un exacto paralelismo y sea fiel a la realidad que fotografiamos. Pienso que las agencias de noticias, periódicos y revistas periodísticas deben ser muy estrictos a la hora de aceptar el  retoque, ajustándose a las reglas estrictas para no caer en ambigüedades y marcando bien la diferencia entre lo permitido y lo prohibido. Desafortunadamente no existen esas reglas en la mayoría de publicaciones, especialmente en España. Es inaceptable cualquier forma de manipulación tanto en la producción cómo en la postproducción. Al slogan de David "Mira en silencio, fotografía con respeto" yo añadiría "... y ten en todo momento tu raw preparado para enseñarlo al editor  o al que lo solicite.


Tras estas reflexiones poco hay que añadir, aunque cómo responsable de este blog me gustaría también aportar mi opinión.

La tecnología digital ha aportado una serie de ventajas que en muchos casos a facilitado nuestro trabajo gracias a la precisión que ofrecen los programas de retoque. Incluso ha servido, en algunos casos para crear nuevos lenguajes visuales.
No creo que el documentalismo cómo tal sea más permisivo que el fotoperiodismo en cuanto a la frontera del retoque. En mi opinión, la única diferencia que hay entre ambas denominaciones es el tiempo, la dedicación gracias a la cual desarrollamos y contamos una historia.
Toda imagen precisa unos ajustes pero más que analizar cuales son sus límites, a veces me pregunto si un exceso de retoque en pos de una estética o un estilo de narración personal, tiene cabida en el ámbito del fotoperiodismo, considerando la existencia de otros terrenos cómo el Ensayo, la fotografía conceptual, artística, etc. donde el uso de esa posproducción es mucho más amplio y aceptado, sin el peligro de poner en duda el objetivo final de una imagen documental que no es otro que el de contar y mostrar  con total veracidad.
Al observar una fotografía, es nuestra responsabilidad el saber independizarla de un exceso de retoque, en el caso que exista, y comprobar si el momento es bueno o si por el contrario, la posproducción ha tomado tan insigne protagonismo que nos impide ir al fondo de la cuestión, o bien si es sólo esa luz creada desde el ordenador la que convierte esa imagen en atractiva.
Clonar, borrar, añadir o pintar son acciones que limitan el retoque porque varían el momento de la toma y la sensatez debe ser ante todo la premisa principal a la hora de ajustar en el ordenador aquellos parámetros de luz que nos permiten transmitir lo más fiel posible la luz que vimos cuando accionamos el obturador, porque en mi opinión deben ser en esos segundos previos al disparo donde radique nuestro éxito.
Afortunadamente, aquellos que me enseñaron este oficio me hablaron de la importancia del momento de la toma, esa "mágica" fracción de segundo y a ella siempre me remito.

Quisiera de nuevo dar las gracias a todos aquellos que con su reflexión han hecho posible este post. 

37 comentarios:

  1. Sospecho que en el fondo subyace una negación de los avances tecnológicos. Desde el momento en que se toma una fotografía se está alterando la realidad porque se la estamos recortando en un rectángulo bidimensional. Nadie protesta por la conversión de una fotografía a blanco y negro porque aprendimos en escala de grises y, sin embargo, supone uno de los procesos más agresivos con el fin de acentuar el dramatismo. ¿Por qué sí podemos pasar a blanco y negro y no exagerar el contraste? Por ejemplo. Y así un largo etcétera. El límite, como han apuntado algunos expertos más arriba, estaría en el sentido común y en la no desvirtuación de la realidad pero no olvidemos que lo más importante no es la cantidad de técnica utilizada sino el mensaje que se quiere transmitir y con estos debates, muchas veces, olvidamos lo verdaderamente importante.

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  2. SENY,I RESPECTE PER UN MATEIX,TENIM UN ECXES DE RETOC,CADA DIA,CREC QUE ENS ENGANYEM NOSALTRES MATEIXOS AMB TANT DE RETOC,I QUE DIUEN ELS EDITORS GRAFICS DELA DIARIS,,,PERE UN CUINER QUE ABANS FEIA DE RETRATISTA GRAFIC,,BBC...

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  3. Menudo fangal.

    A mí esto de aportar más antagonismos me cansa. Me parece evidente que el "problema" lo crea solito el jurado del WPP, y es ahí donde quien crea que puede aportar algo de luz debe dirigirse. Todo lo demás es puro entretenimiento.

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  4. Madre mia, cuantas verdades he leido aquí.

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  5. Muy interesantes reflexiones y con puntos de vista diferentes, pero todos razonables. Me gusta tu reflexión final, David, porque en el fondo creo que lo fundamental es "pensar en lenguaje fotográfico" hacer de la cámara una extensión de uno mismo y mirar el mundo a través de ella. El momento de la toma es el fundamental y, después, como siempre, el tiempo irá poniendo las cosas en su sitio, cuando se nos pase esta vena retocadora que, a mi juicio, no es más que una moda. Comprendí el poder y la belleza de la fotografía hace unos cuantos años a través de los trabajos de fotógrafos como Catalá-Roca, Colomb, Massats o Cualladó, por poner algunos ejemplos destacados. Sus trabajos me siguen atrayendo y atrapando, independientemente de que el soporte sea la anticuada gelatina de plata; entonces la "post-producción" se hacía en el laboratorio y seguro que también había quien abusaba de ello (virados, solarizaciones, reencuadres excesivos), aunque mucho menos porque es más laborioso. Sin embargo a la historia de la fotografía documental, sólo han pasado los grandes capturadores de momentos. Una buena imagen documental sigue dependiendo del momento de la toma, del ojo fotográfico, de la sensibilidad y la capacidad para disparar en el momento adecuado, incluir en la imagen lo que aporta y obviar lo accesorio, encontrar el gesto, el instante narrativo... En fin, lo mismo que hoy sigue definiendo una buena fotografía documental, pese a que a veces se admitan como "buenas" otras cosas. La buena fotografía sigue caracterizándose, en esencia, por los mismos parámetros y el tiempo lo demostrará.

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  6. Mi humilde opinion es que el retoque para una fotografía de periodismo ha de ser mínimo (Luz y/o color) para plasmar la realidad que ve el fotógrafo por el visor siendo el retoque solo para lo que no te ha dado tiempo a calibrar en la camara (medicion iso ect) Aveces una foto por ejemplo de una carga policía si por circunstancias sale con efecto trepidante para mi es mas real , bueno es mi opinion , Y felicidades por este post es muy bueno tanto por el contenido como por las opiniones de los buenos profesionales

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  7. 100x100 de acuerdo don la mayoría de las reflexiones sobre el retoque aqui expuestas.....por una Fotografía mejor.

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  8. En primer lugar David, gracias por el esfuerzo de reunir la opinión de tanto profesional respetado y traerla aquí para que podamos ver que piensan.

    Lo que más me ha sorprendido e incluso me ha sacado una sonrisa, ha sido la imaginativa propuesta de Joan Roig de estandarizar la mentira en grados. Como la mayoría, se que la diferencia entre fotoperiodismo y documentalismo no está en disparar ráfagas o no, ni en el nivel de retoque del documento. Como has dicho, David, se dice, se cuenta, se comenta, que la diferencia anda en el tiempo dedicado a documentar algo o alguien, con esta cuenta a mi me sale que por las mañanas, soy fotoperiodista y por las tardes documentalista. ¿Qué hace un fotoperiodista si no es documentar? Algunos han querido separar ambas palabras por sentirse muy alejados en forma e ideología los unos de los otros. El denominado fotoperiodista se ha mantenido más firme en los principios de documentación gráfica y otros, intentando ocultarse tras la palabra documentalismo han inventado realidades, colores y luces. Además ahora tenemos una nueva expresión en la que parece que ahora si, todo vale incluso colocar a la gente, “fotografía documental de autor” es el acabose, el que no ha tenido suficiente con la falacia del documentalismo, ahora añade la palabra “autor” y ya.

    Mi conclusión es que no hay ninguna diferencia y si la hay, es la misma que existe entre el fotoperiodista deportivo y el que cubre guerras, diferentes herramientas, público y grado de compromiso con la causa, misma honestidad y finalidad, DOCUMENTAR.

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  9. Es curioso pero los nombres de periodistas y fotógrafos no aportan nada que no se hubiese dicho en los comentarios mas cuando no participaron en ellos puede que alguno la diferencia es que los comentarios van en horizontal y estas declaraciones en vertical.

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  10. muchas gracias Sr. Airob, unas reflexiones muy interesantes. y lo dicho gracias.

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  11. Me gustaría de nuevo una explicación de Joan Roig, no entiendo nada. Joan, comprendo por que empleas ese lenguaje pero tan sencillo como que se representan verdades o se hace teatro. Lo que no es verdad es mentira y ahí no hay gamas de grises ni porcentajes.
    Muy simple, quien quiera seguir trabajando con practicas que no representan la realidad son fotógrafos, nunca fotoperiodistas ni documentalistas. Eso no es ni malo ni bueno, es distinto. Cada cosa por su nombre y todos a trabajar. Saludos

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    1. Pedro quitando los nombres que puse, que veo pueden ofender. Se trata de estilos diferentes destinados a plataformas diferentes. Por el momento las únicas bases que hay en el mercado sobre retoque son las de AP y Reuters que creo que muchos fotógrafos no se identifican con ellas. Simplemente se deben dar unas pautas y si se acuerda no aceptar ciertos estilos en algunas categorías y que están acotados a fotógrafos de prensa fantástico, pero hasta que eso no pase las imágenes con una interpretación están aceptadas. Si se acuerda que las bases son las de AP o Reuters sin problemas aceptamos todos o no nos presentamos.
      No tenemos que demonizar todo lo que no es de nuestro agrado y mucho menos si no infringe las bases de los concursos. Como ha dicho Bernat "Creo que la máxima premisa debería ser el sentido común, pero obviamente eso no es tangible y varía en función de cada uno" por eso mismo, por lo que dice Bernat, se tienen que crear unas bases.

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  12. Como retocador fotográfico y seguidor de la buena fotografía documental y periodística opino que debe haber ciertos limites logicos en la postproducción de ésta. No hay que olvidar el motivo último fundamental de por qué se ha hecho esa fotografía, sea documental o periodística, y que a estas imagenes se les exige, desde el público, rigurosidad y honestidad totales, tan sencillo como eso, luego cada uno que lo intente hacer a su manera, pues todos tenemos una educación visual, una estética idónea y unas maneras de hacer, pero sin tergiversar ni falsear.

    El retoque, si no manipula, no creo que haga daño pues lo que realmente importa es el motivo final, sabiendo llevar equilibrado aquello de ética y estética..amar el oficio e intentar ser lo más honesto posible por respeto a uno mismo, al público y sobretodo, a las personas, colectivos o situaciones retratadas.

    Supongo, por lo leído en comentarios, que es aceptado por la mayoría que según qué cosas no se pueden hacer, utilizando tan sólo el sentido común y la ética profesional correctas claro, pues van en contra de la esencia de la profesión, todas las que afecten a la veracidad de la propia imágen. Pero, nada se dice -pese a los debates existentes a favor y en contra- con el contraste, la corrección de dominantes, tonalidades, la temperatura de color, la densidad, incluso arreglar -sin cambiar- ciertas luces y sombras. Mejorar ciertos parametros puntuales y tecnicos en beneficio del mensaje a comunicar con la imágen no creo que sea reprobable de ninguna de las maneras pues lo que se pretende es justamente reforzarlo sin tergiversarlo ni decorarlo. Ni un píxel cambiado de lugar ni añadido, por supuesto.

    De toda la vida en laboratorio químico se han "trabajado" las imagenes de multiples y diversas maneras, tanto en ampliadora como en revelado, jugando con tiempo, luz y tapados concretos (algunos autenticas filigranas en cartulina que he podido admirar). En blanco y negro es algo totalmente asumido y normalizado. Las grandes figurastambién hacían su "postproducción en el cuarto oscuro" -o se la hacían-. Y nadie nunca se ha rasgado las vestiduras, forma parte de la fotografía de igual manera.

    Pero en postproducción digital..oh, vaya, herejía, dicen algunas voces en el gremio. Bueno, todo en su dosis y con buen criterio, opino, depende del tipo de fotografía y para que vaya destinada, porque hay profesionales que rechazan cualquier tratamiento de la imágen en todos los campos y todos sabemos que no es lo mismo algo creativo, de autor, que algo documental recién llegado de El Salvador, Aleppo o Atenas, por poner algún ejemplo.

    Todo requiere de un tratamiento diferente, y, si se desea, tiene que existir la posibilidad de postproducir fotografias documentales y periodísticas sin tener que mirar de reojo con desconfianza si -repito- la persona que ha hecho esas fotos y la que va ha hacer la postproducción aman sus respectivos oficios, poseen principios solidos, una ética profesional y son honestos con el público. Más que leyes o normas restrictivas, de las que no soy muy amigo, es fundamental una buena educación -visual y de todo tipo, solución para esto y para casi todo en general- de base, una puesta en común de unas maneras y un frecuente intercambio de opiniones (como ahora) pues la tecnología sigue ofreciendo más y más posibilidades y sólo el buen uso de ésta permitirá que otras estéticas -cinematográficas, pictóricas, artísticas, etc- no contaminen la puramente informativa, sea documental o periodística pues, en mi opinión y discrepando con Joan Roig desde el respeto, ambas pretenden lo mismo pero, como bien dice alguien por ahí, con una diferencia en el factor tiempo y la preparación del proyecto.

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  13. Según Cliff Edom donde queda Pellegrin? El asunto ha derivado en el tema mas vistoso también habría que preguntarse donde se ubican los reportajes fotografiados con hipstamatic e instagram en Afganistán y Libia.

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  14. Interesante cuestión, hugo solo. Quizás sería, por la herramienta tecnológica utilizada conscientemente, a sabiendas de sus resultados estéticos concretos, fotografía de autor utilizando la realidad -da igual el escenario...bélica, cotidiana, callejera, casera, etc..- como contexto, circunstancia, escenario elegido para construir el mensaje que se proponga.

    Yo no lo incluiría en la fotografía periodística pues pasa por el tamiz creativo-artístico de la mente de quien lo hace sea a traves de software, mecánicamente, o cualquier otro proceso tecnológico que no busque captar lo más fidedignamente posible una situación o hecho del que informar al público.

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  15. Seguro que las futuras generaciones no van a tener mayores problemas y las no tan futuras.

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  16. Esperemos que tengan superados para bien estos dilemas nuestros etico-tecnologicos y los recuerden con una sonrisa cariñosa. Cuantos menos problemas tengan las generaciones venideras, mejor, que el lote ya les viene bien surtido.

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  17. Creo que la línea entre los admisible/no admisible debería de estar justo donde siempre estuvo en nuestros viejos cuartos oscuros.
    El resto considero que es simplemente manipular, como se hacía también entonces y no hace falta poner ejemplos de sobra conocidos.
    Recurriendo al refranero: "...juego de manos, juego de villanos"
    Saludos,

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  18. Completamente de acuerdo con todos menos con Joan Roig, el fotoperiodismo es mostrar la realidad y no un atajo para los que quieren ser artistas y hacerse un nombre como autores. Nuestro nombre es esa cosa pequeñita, en una esquina debajo de la foto y que solo miramos los fotógrafos, el gran publico mira la foto y la información que contiene y eso es lo único que importa.
    Además, desde mi punto de vista una de las cosas mas grandes de nuestra profesión es que una foto, si es buena, puede transmitir una información sin que importe el idioma que hables, ni donde hayas nacido, ni tu nivel cultural o a que clase social pertenezcas, la ves y sabes de que va.
    El fotoperiodismo o el documentalismo no pueden caer en parecerse a esos telefilms de serie B que empiezan con la inscripción de "Basado en hechos reales, se han cambiado algunos nombres...". Se pueden documentar los hechos sin artificios y que al mismo tiempo resulte de ello una imagen bella, ejemplos en este mismo blog hay algunos y esa es la grandeza de algunos fotoperiodistas.

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  19. Retocar para ganar un concurso o retocar para documentar una realidad. Eso solo lo sabe cada uno, allá cada uno con su consciencia.

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  20. Como opción personal, únicamente toco algo los niveles y curvas. Creo que si se trata de documentar la realidad, hay que ajustarse lo más posible a la toma original, sin artificios. Es algo que aplico a mi trabajo, pero entiendo que hay otras formas de trabajar las imágenes, de intentar trasmitir un discurso de manera diferente, más elavorada si se puede decir así... Cada uno debe elegir dónde pone los límites del retoque (evidentemente, como se ha comentado sin añadir ni quitar elementos, sin "manipular" la realidad).

    saludos!

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  21. Básicamente el fotoperiodismo esta aquejado de una intoxicación aguda producida por las nuevas tecnologías que no son tan nuevas léase películas sintéticas hdr etc etc y como protector gástrico unas píldoras deontologicas.

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  22. Morenatti y Ramos comparten una foto casi idéntica la del primero mas saturada que sentido tiene presentarse a un premio cuando un colega tiene la misma foto?

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  23. Pepe Baeza, La Vanguardia... "este tema no interesa..." de cuando lo llamé para mostrarle fotos de mi reportaje hacerca la transformación urbanística salvaje en Barcelona, más concretamente en el Poblenou y su epicentro de la gran especulación del Fórum de la culturas. Demasiados intereses de ese diario respecto los terrenos del Poblenou. Pepe Baeza traicionando sus ideas plasmadas en el papel. Ni se molestó en ver ese trabajo.

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  24. En prensa también se ha llegado a una escritura "anti periodística", es decir, textos personales y subjetivos en teóricos medios objetivos. Lo que ocurre con la fotografía no es muy diferente de lo que ha venido ocurriendo desde mucho antes en la prensa, y personalmente, no lo veo tan dramático. Igual que leo a tal o cual periodista por que me gusta su enfoque de la realidad (siendo muchas veces muy personal), sigo a tal o cual fotógrafo documental por que me gusta su enfoque. Un enfoque que a veces lleva más y otras menos retoque.

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  25. Si pero el problema de la fotografia no de esta si no del fotografo que habla demasiado morenatti cita a cliff edom que podria traducirse "en ninguna circunstancia se tolerara un posado o una foto falsa" al igual estoy equivocado y ya que han recibido premios tanto morenatti como pellegrin aparte que es muy dificil decir las cosas a la cara habria que leer entrelineas y la frase de cliff edom estaria dirigida a pellegrin en el caso del posado del sniper marine que al parecer no es lo uno ni lo otro la fotografia vive de palabreria y frases para el bronce para que quieres Jordi que te publiquen en la vanguardia tus fotos cañeras contentate con tu blog que si no estaras mañana estrechandole la mano al principe en una entrega de premios y como evitamos discutir o contestar cosa bastante comun en los blogs en lo que se refiere al comentario la foto de hansen ha servido de enjuague cuando no es nada diferente al uso institucionalizado de flash o reflectores cuando lo de pellegrin tiene mas delito y si nadie dice mucho acerca del tema es que es del todo normal esta practica en el periodismo fotoperiodismo y de repente esto pasa a ser noticia en el FSA habian posados a trocho y mocho empezando por la madre con sus hijas de dorothea lange y es que para fotografiar este tipo de fotos se necesita que posen a no ser que en el moderno actual o futuro codigo deontologico el asunto vaya a cambiar y en el exif de la camara lleve tambien el tiempo de toma no relativo al obturador si no a la toma de contacto con el individuo mas de un minuto llegado a la escena podra considerarse que el fotografo ha entrado en negociaciones con el retratado a quien le importa que pellegrin haya creado un personaje para su trabajo sobre la violencia en rochester seguramente a algunos puntillosos del pais de origen del reportaje si pero de la misma forma el reportaje de aranda sobre la pauperrima españa unos chicos en un cuarto con skate en mano miran por la ventana y eso es un desahucio? etc etc pues a los norteamericanos tampoco se van a preocupar si todo es cierto a los de casa pues a alguien le habra parecido manipulacion y que lo es pero el fotoperiodista forma parte de una industria y hay que mantenerla y que no tengo nada que objetar pero con la llegada de internet todos tenemos la posibilidad de escribir comentar y criticar y esto produce sus efectos y resulta muy dificil ser consecuente se vive generalmente del paripe que forma parte de la cultura y que en el trasfondo es miedo aqui entronca con la espiral del silencio los fotoperiodistas algunos mas que otros viven de los premios que simplemente es una forma de financiacion ahi el caso de morenatti y ramos una misma fotografia y el otro dia intercambiando algun comentario con gervasio sanchez leia en algun lado que cuando estuvo en liberia habia un hotel que era neutral en donde se alojaban los periodistas y fotografos podia ser asi ya que el hotel o los periodistan pagaban para que asi fuese luego a buscar la noticia y fotografiar al que luego va a ser muerto y segundos despues ahi esta muerto huele a inmoralidad y esto debe de ser lo normal pero que sin duda que internet ha contribuido a enrrarecer la vision antes nadie de la calle salvo que conociese muy de cerca pero aun asi el asunto no trascendia de la misma forma que hoy en dia o pegados a un teclado ya sea real o virtual por otro lado hay una sublimacion de la fotografia del fotografo y de lo que representan ambos aqui en los comentarios he planteado un par de asuntos que no han tenido respuesta ya que tarde o temprano si eres fotografo uno u otro de los mencionados podran ser tus jefes o lo que pueda ser por lo que aflora el paripe y uno que no depende de nadie salvo de google yahoo blogspot lo tiene mas facil para decir lo que mas o menos se piensa y no es ningun merito pero es un tanto necesario que hayan voces que discrepen de esta vision repito sublimada y que pueda servir para sacar conclusiones.

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    1. No me interesaba la Vanguardia o el Pais o el Periódico, etc.. me interesaba conocer a Pepe Baeza y que él conociera mi trabajo. Pues me leí su libro y me lo creí. Pura farsa. Palabrería, como bien dices.

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  26. Jordi y es que el monte esta lleno de enanos descendientes de los 7 enanitos y currantes no solo en la mina y ademas fotografias con perniciosidad a quien le gusta ver a los ministros o politicos y en primer plano un paleta al pepe baeza se le deben haber rizado todos los pelos alerta tendria todos los sentidos de la introspeccion fotografica la señaletica al completo.

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  27. Hugo, detesto decir esto pero, no entiendo la mitad de lo que dices por culpa de la falta de puntuación.

    Veo que estás cabreado, como la mayoría de nosotros por muchas cosas, por como funciona todo pero, poco más. No entiendo demasiado bien, entre otras cosas, no se que quieres decir al mezclar la foto de Ramos y Morenatti y luego el territorio neutral en un hotel de Liberia... no te lo digo con ganas de criticarte sin sentido, sino porque me interesa realmente lo que quieres decir con todo esto.

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  28. Arturo no estoy cabreado simplemente hago critica.
    Morenatti y Ramos tienen la misma foto de la cristalera.
    Lo de Liberia para pensar llegas pactas tu seguridad en medio del caos solo eso.

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  29. Creo que ahora mismo el fotoperiodismo tiene otros problemas mucho más graves que el uso del retoque en las fotografías, como por ejemplo, la absoluta falta de solidaridad entre compañeros o la nula dignidad de muchos vendiendo su trabajo a medios al servicio del poder.

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  30. Creo que Victor R. Caivano resume en pocas palabras la problemática. Añadiría un par de cosas.
    Por una parte no se pueden establecer límites del tipo que indica Joan Roig.
    Primero porque los ajustes de niveles, por poner un ejemplo, pueden llevar a una fotografía a dos extremos: desde una edición que todos consideraríamos aceptable a otra que no reflejara en absoluto la realidad. Segundo porque establecer límites de algo que tiene una frontera difusa es imposible, por mucho que todos estemos de acuerdo en que el fotoperiodismo debe reflejar la realidad.
    Por otra parte no hablaría de retoque cuando no se añaden ni quitan elementos, si no de edición (o revelado, incluso "rawelado" como he leído por algún sitio). Teniendo en cuenta que la edición puede llevar a una fotografía muy lejos de la realidad. No son importantes las herramientas, sino su uso.

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  31. Estupendo post con participantes de lujo. ¡Felicidades David!

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  32. Evidentemente en fotografía cada uno marca sus propios gustos, elige las ópticas, las cámaras. la edición....aunque parezca que las cosas han cambiado mucho desde la película solo han variado en que hoy es más fácil y asequible hacer una foto, también es más fácil y asequible editarla desde un punto de vista técnico. Es aventurado presumir que es fácil hacer fotografías de escenarios propios de un planeta diferente porque fácil no es y tiene una dosis imaginativa que se suma a la técnica...., pero cuando hablamos de fotografía de reportaje los límites son claros y la veracidad de la toma debe prevalecer ante todo como si de un mandamiento divino se tratara, porque una fotografía de la realidad que tiene la realidad alterada crea una paradoja, básicamente se contradice.

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