Durante las dos últimas semanas se ha celebrado en Barcelona el Mundial de Natación. Un evento que ha reunido en Montjuich a un buen número de periodistas, camarógrafos y fotógrafos repartidos por las distintas sedes que han compuesto esta competición que ha contado cómo unos de los principales sponsors a Nikon, instalando un taller en el propio Centro de Prensa y prestando un buen sinfín de ópticas a todos aquellos fotógrafos acreditados y usuarios de la marca.
En algunas de las sedes, y con el fin de realizar una buena cobertura gráfica, era casi imprescindible llevar consigo un teleobjetivo largo, y cuando digo largo me refiero a distancias focales superiores a un 400 mm. En otras, y dependiendo del encuadre que buscábamos, te podías defender muy correctamente con un zoom 70-200.
Cómo en la mayoría de competiciones de esta índole, las agencias internacionales contaban con posiciones prioritarias, tanto de cercanía cómo de encuadre, a las que el resto de fotógrafos acreditados no podían acceder.
Hoy iniciamos una serie de entradas de esas que de vez en cuando nos gusta hacer, destinadas mucho más a todos aquellos que están aprendiendo que al fotógrafo profesional, donde repasaremos el tipo de lente utilizadas en cada una de las sedes del Campeonato. Empecemos por los saltos de trampolín.
En este caso resultaba curioso ver cómo la mayoría de fotógrafos se aglutinaban en un punto desde el cual podías tener a tiro la Sagrada Familia y el saltador. Una imagen que surgió hace ahora 22 años, durante los Juegos Olímpicos de Barcelona, y que ahora se repetía.
En mi opinión era mucho mejor la luz de la tarde que la de mañana, al contar con una iluminación más cálida y rasante que nos llegaba cuando caía el sol. La imagen anterior se realizó con el zoom 70-200, a una distancia focal de 150mm., una velocidad de 1/1000 seg y un diafragma bien cerrado para poder tener la máxima profundidad de campo, en este caso un f/11.
La siguiente fotografía con un plano más cerrado también se realizado con el zoom pero con un duplicador 1,4x para alcanzar los 255 mm. de distancia focal.
Creí importante poder tener un tiro donde los cuerpos de las saltadoras no pisaran el fondo de la ciudad y quedaran enmarcadas sobre cielo.
Para tomas verticales, sólo moviéndonos hacia la izquierda podíamos tener los competidores justo encima de la Sagrada Familia. Como comprenderéis, las variantes eran infinitas hasta llegar a la toma donde solo nos centrábamos en la saltadora y el cielo por lo que cada fotógrafo tomaba las decisiones pertinentes a la hora de ubicarse en la grada y elegir el encuadre.
Los saltos de 3 metros se realizaban desde dos posiciones de la piscina, una casi imposible de fotografiar dignamente desde la zona de fotógrafos y otra que permitía tener de fondo el azul de la piscina. Eran tantos los saltos que podías intentar realizar alguna imagen disparando con una velocidad muy lenta con el fin de conseguir imágenes como la siguiente realizada a 1/20 seg. con un 300 mm. más un duplicador 1.4x, un 420 mm.
Si en el propio trampolín de 3 m. habríamos un poco el plano, podíamos incluir en la toma la palabra "Barcelona 2013" ubicando de este modo el lugar de la competición tal y como podemos ver en la siguiente imagen realizada con el 300 mm. a 1/2500 seg., f/ 5 y una sensibilidad de 320 ISO.
O bien aprovechar la piscina como fondo de la acción, ubicándonos en la parte más alta de la grada y encuadrando al nadador sobre el azul del agua.
Si el impulso del saltador era demasiado alto o bien estábamos ubicados erróneamente, corríamos el peligro de capturar la publicidad trasera con lo que el encuadre no quedaba tan limpio.
Una imagen que personalmente no me gustaba mucho pero que sirvió para tener a todos los saltadores fichados dignamente, aunque abriendo un poco el plano podía salir algo divertido como la siguiente toma donde el saltador parece estar "descansando" encima del agua, realizada con un 300mm más un duplicador 1,4x, a 1/3200 seg y un diafragma f/4.5.
En la próxima entrega repasaremos la competición de "Aguas Abiertas" y Waterpolo.