Para los que nunca han poseído una cámara Leica, las últimas tendencias de esta firma germana pueden sonar a locura. El elevado precio de sus productos los convierte en casi tentaciones prohibidas para la mayoría de nosotros.
Tengo la inmensa suerte de tener envuelta en una funda de piel una Leica M6 con un 35mm. De vez en cuando la saco de su aposento, cargo su obturador y la disparo para deleitarme con el sonido más hermoso que nunca nadie halla podido crear.
Ayer jueves, se inauguro en Casanova Foto el Rincón de los sueños prohibidos. La Boutique Leica abría sus puertas ante el deleite de los allí presentes.
Engalana con el color negro y rojo, en sus vitrinas lucen desde los últimos modelos del fabricante, hasta series limitadas y un buen sinfín de ópticas. Arriba, a la derecha, entre dos bolsas que parecen estar fabricadas para dichos menesteres, reina la que tal vez sea la cámara con el diseño más hermoso de los últimos "siglos". Solo mirándola, uno siente la necesidad de hacer una locura, pero de las gordas, de esas que dejan la cuenta bancaria tiritando de frío. Vestida de luto, sin ningún color que rompa su presencia, se alza ante nosotros la nueva Leica Monochrome.
Tomando prestado el fragmento de un poema de Gertrude Stein: "...una Rosa es una rosa, es una rosa, es una rosa." La Monochrome es Negra, es negra, es negra.
Ante ella, cualquier comparaciones con otras cámaras es un error y si lo hacemos estamos equivocando el camino. Estas cámaras son de un mundo especial donde la mitomanía puede tomar su protagonismo, es cierto, pero siempre que las tengo en la mano recuerdo la respuesta que me dio el amigo Tino Soriano cuando me compré en el 96 mi M6: "... con ella no harás mejores ni peores fotos pero cuando la tengas en las manos tendrás ganas de salir corriendo a la calle a fotografiar."
Para todos aquellos amantes de los rallys, es como comprarse un Ford Mk II y lanzarse por viejas carreteras escuchando su motor. Son sensaciones, sueños prohibidos.
Y no penséis que toda esta locura es fruto de pasar todo el día bajo el sol, viendo como señores y señoras se tiran al agua desde un trampolín para ganar una medalla.
Ayer se dieron cita en Casanova Foto desde amantes de esta marca, periodistas, fotógrafos, amigos que aprovecharon la velada para babear ante las vitrinas de la nueva Boutique y pasar un buen rato.
Un Eduard Casanova emocionado, dedicaba el maravilloso rincón a su padre, que de buen grado hubiera disfrutado con esta nueva adquisición. Y es que "El Jefe" estuvo más que presente en dicha velada.
El Rincón de los Sueños Prohibidos os espera, aunque sea solo para flotar por unos minutos. La razón por la cual las fotografías que ilustran este post son en blanco y negro es sencilla... esa Monochrome me gusta, me gusta, me gusta, y si alguna vez tropiezo con 7.000 Euros y no se que hacer, ya sabéis donde buscarme.