Opinar es todo un símbolo de valentía, sobretodo si esa opinión va acompañada de sentido común y respeto, es por ello que en primer lugar quisiera dar las gracias a todas aquellas personas que han aportado sus reflexiones sobre esta temática. Gracias.
Gracias porque la valoración no era fácil, ni pretendía que lo fuera. La imagen de Olivier Laban-Mattei ha planteado opiniones dispares y criterios enfrentados sobre las dos preguntas que formulé. Es una imagen fronteriza entre lo publicable y lo no publicable y ante la primera cuestión planteada mi respuesta es un rotundo y reflexivo SI.
Para razonar dicha respuesta, permitid que me remonte a los hechos.
Cuando Haití sufrió el terremoto yo me encontraba de viaje. Regresé tres días después del inicio de la catástrofe, así pues, la edición de la noticia corrió a cargo de Albert Aymami, Cristina Gallego y Mercè Taberner, todos ellos editores gráficos del diario.
Lo primero que hice fue revisar todo el material llegado desde el lugar a través de las agencias internacionales y comentar con Albert, Jefe de sección de fotografía, por dicha edición.
Juntos volvimos a repasar todas las imágenes. Eran escalofriantes, impactantes, en muchos casos de difícil digestión visual. Regresé a mi mesa y seguí repasando el material.
De repente apareció la imagen de Olivier y la importé al Photoshop para verla a mayor tamaño. Tras un buen montón de imágenes, era la primera fotografía que me hacia parar y observarla con detenimiento. Era una imagen que aportaba algo más. En mi opinión era un documento excepcional y permitidme que me expresé ante tal crudeza desde el respeto hacia los acontecimientos pero también desde el distanciamiento necesario tanto para fotografiar como para editar este tipo de sucesos. Acto seguido me la guardé en el disco duro de mi ordenador como muchas otras que he ido guardado, entre ellas, esta que os muestro a continuación realizada también por Olivier Laban-Mattei, premiada posteriormente en el certamen World Press Photo.
A continuación miré la información de la imagen para ver su autoría. No es la primera vez que os muestro en este blog alguna imagen de Laban-Mattei, en mi opinión, uno de los mejores fotógrafos del panorama internacional.
La descripción de la imagen decía lo siguiente:
“A man throws a dead body at the morgue of the general hospital, January 15, 2010 at Port Au Prince following the 7.0 magnitude quake on January 12. More than 50.000 people were killed and 250.000 injured by this week´s earthquake, wich also left neraly 1,5 millons homeless, a Haitian minister said. After three days of haitians being left to fend mostly for themselves in one of the world´s poorest countries. // TOPSHOTS // AFP OLIVIER LABAN-MATTEI.”
France Press había considerado la imagen dentro de sus “TOPSHOTS”, denominación de las mejores fotos del día.
Fue publicada el domingo 17 de enero dentro de las seis páginas que destinó La Vanguardia para el seguimiento de la noticia.
La edición realizada por Albert, Cris y Mercè durante los días posteriores al terremoto me pareció excelente, dura pero excelente. Fueron muchísimas las imágenes que llegaron con una alta carga emotiva, cruda y desagradable pero la elección había sido más que correcta, en muchos casos diría hasta valiente, a sabiendas de lo que podía suponer publicar algunas fotografías.
A los pocos días fui convocado por el Consell Profesional, órgano de la redacción que trabaja sobre todos aquellos problemas profesionales que puedan surgir en el diario y del cual he formado parte durante dos legislaturas, para comentar la edición de Haití, en especial la publicación de unas imágenes por las cuales habían recibido algunas quejas. Entre ellas estaba la fotografía en cuestión. Fue un debate profesional y muy interesante, defendiendo cada uno nuestros distintos puntos de vista. Al preguntarme si no era un problema el publicar esa fotografía contesté: “Si, realmente observo solo un problema, yo la habría publicado más grande”
Porque a pesar de todo no encontramos ante un documento excepcional y que en mi opinión, su análisis muestra diversos aspectos de la tragedia. Una imagen apta para ser publicada dentro de un amplio reportaje o como foto única en un artículo que analice la situación. Es tan cruda como la realidad que muestra.
Observar en una fotografía como una persona lanza el cuerpo de un pequeño sobre un montón de cadáveres no es algo nuevo. Lo hemos visto en documentales sobre campos de concentración donde los cuerpos eran lanzados o bien arrastrados por máquinas escavadoras a grandes fosas comunes. Y por desgracia no tenemos que remontarnos para ello hasta la segunda Guerra Mundial.
Desde Haití llegaron numerosas fotografías que mostraban montañas de cadáveres, una detrás de otra, centenares de cuerpos amontonados en patios interiores.
Como escribí en el primer artículo sobre esta entrega, no creo para nada en la gratuidad de las imágenes y menos en la hipocresía informativa.
Imaginad por un momento que tuviéramos la oportunidad de hacer el siguiente ejercicio.
Llegadas las imágenes de Haití, realizáramos una edición para el diario lo más pulcra posible, aunque eso conllevará omitir información al lector al no mostrar toda la dimensión de la tragedia. Paralelamente introduciríamos en un sobre las 15 imágenes más duras e impactantes de lo sucedido para ser entregado junto al ejemplar del día, advirtiendo sobre el contenido dicho sobre cerrado.
Mucho me temo que se abrirían tantos sobres como ejemplares vendidos.
En la edición de estas tragedias no cabe la palabra “espectáculo” como máxima para llevar a cabo la selección de imágenes. No puede existir frivolidad sino criterios y profesionalidad como la que sinceramente creo que mostraron los editores gráficos que en su momento fueron los encargados de elegir cada una de las imágenes que ilustraron las páginas de La Vanguardia.
Como fotógrafo, no tengo la menor duda que en el caso de encontrarme en el lugar hubiera procedido igual que Olivier y hubiera tomado la fotografía porque ese es mi trabajo, para lo bueno y para lo malo, retratar la realidad, retratar lo que está ocurriendo sin ningún tipo de manipulación. Y eso es “tan solo” lo que muestra esa imagen.
Y esa es "tan solo" la labor del editor gráfico, seleccionar lo más fiel y periodísticamente posible esa realidad.
En cuanto a otros temas a los que se refieren algunos comentarios como la influencia de la proximidad geográfica de la tragedia en la edición gráfica, creo que merecen un capítulo a parte y así lo haré.
Sobre las fotografías y el tratamiento gráfico que se elaboró desde el diario para la información de Haití no recibimos ninguna, y repito, ninguna carta de algún lector quejándose de ello. Entonces, tal vez os preguntéis cual fue el origen de las quejas por la cuales fui convocado por el Consell Profesional. Permitidme que este caso diga el pecado, no el pecador.
Impecable planteamiento. Por supuesto que el fotógrafo tenía que hacer esa foto y el diario publicarla. Es muy fácil ser hipócrita desde el cómodo sillón de casa y mandar una carta al diario diciendo que se le ha caído la tostada al suelo al ver la imagen.
ResponderEliminarGracias, David, por este "post" que ha generado tantísimos comentarios -ver los de la 2ª parte-. Creo que no estamos en el mal camino si los fotógrafo-as todavía le dan vuelta a cuestiones morales, éticas, deontológicas..Gracias a todos los que se han implicado expresando su opinión al respecto: me parece más importante que, por ejemplo, dedicarse a discutir cuestiones técnico-armamentísticas, como las generadas, en este mismo blog,por aquella foto de unos marines disparando en Afganistán.
ResponderEliminarSe me viene a la mente la siguiente pregunta:
ResponderEliminar¿llegó a los diarios alguna foto de victimas/cadáveres del 11-M?
Me parece brillantísima tu exposición. Se nota que le has dado muchas vueltas a la cuestión y que justificas tu decisión al respecto con argumentos. Y que te los crees. Bravo.
ResponderEliminarPero no la comparto.
Y no porque se me caiga la tostada al ver la imagen, no. No tengo ningún problema con imágenes "fuertes" cuando me aportan más información. Pero sigo pensando que "el lanzamiento del muerto" no me aporta nada sobre la tragedia aparte de "espectacularizarla".
Evidentemente que pasó, evidentemente que el fotógrafo estaba alli y que tenía que fotografiar lo que pasaba. Pero eso no justifica cualquier imagen, cualquier punto de vista, la filmación de cualquier acción. Siempre hay una decisión consciente en lo que se fotografía y en lo que se distribuye. Y para mi, esta fotografía tiene la decisión consciente de "provocar" ("¡hala!, ¡mira cómo tratan a los muertos!", parece decir). Si me apuras, hasta se le puede ver un cierto tufillo etnocentrista. Aquello de "esto es lo que pasa en los países tercermundistas", la visión con esa presunta superioridad occidental. Como he dicho en el anterior post, se cambian los criterios con respecto a los cadáveres en función de la situación.
Me aportaría mucho más ver una pila enorme de cadáveres (aunque la imagen sea igualmente dura) porque así se dimensiona la tragedia. Con el "lanzamiento de muerto", no.
Por quitar hierro al asunto, lo de la tostada ha sido genial! Volviendo al tema serio y sesudo, con lo bien apoltronados que estamos en nuestro mundo perfecto (o casi, puta crisis)nos escandalizamos por lo que no nos gusta ver. Este debate no existe sobre las fotos de los cadáveres del 11-S en Nueva York, porque las fotos nunca han sido publicadas. Seguro que existen pero la censura, que no la autocensura, se las quiso llevar al cajón del olvido. Y no es que quiera ver cadáveres norteamericanos, ya me libraré yo de tal aberración, sino que hasta el tratamiento de las imágenes de los muertos cambia según su nacionalidad.
ResponderEliminarEn fin, David, creo que has tocado un tema que me parece que tiene muchos "efectos colaterales"...
Siempre he pensado que cuando se cae la tostada, es por algo. A veces, uno topa con el clero y se atraganta.
ResponderEliminarCuriosamente, una entrada de un blog, dividida en tres partes iníciales, sirve para sentar cátedra sobre la cruda realidad –casi siempre- del trabajo de quien detrás de una cámara busca contarle al mundo lo que sucede. Es tan simple como eso.
No debemos esconder la cabeza y mirar hacia otro lado. La realidad por muy dura que sea, debe ser contada. Publicada y si nos revuelve el estomago es que algo nos está haciendo reaccionar. Y ante una reacción puede venir una solución.
David, permíteme que te felicite por lo aportado. Tu reflexión, ha despertado lo que el mismo, fotógrafo pretendía al hacer la imagen… que la conciencia hable, piense, razone.
Tus palabras y los comentarios vertidos, merecen una segunda (y quizás mas) lectura con el consiguiente análisis pertinente.
Tanto que aprender de unas “simples” palabras. Gracias.
Un abrazo
Del 11 m si llegaron fotos de cadáveres a las redacciones. Se publicaron algunas con bastante manipulación suavizadora. Es cierto lo de la cuestión geográfica o de cercanía cultural, En este sentido Australia estaría más cerca que Haití. Pero está cercanía también se postula en otras zonas fotográficas menos trágicas: llegará un momento que niños fotografiados sólo aparecerán si no son en sentido amplio occidentales; o a no ser que sus progenitores legales lo decidan: a mi niño o niña sólo le fotografío yo que soy su padre o madre, y le subo donde quiera. ¿ De quien es la patria potestad fotográfica?
ResponderEliminarAl tercer dia se "cuentan" 50000 muertos, no hay morgue que soporte la cifra. La foto constata algo de esto. En algunos comentarios se lee como si fuera la foto que resume todo lo ocurrido, y que sigue ocurriendo después de la invasión militar humanitaria. Yo la veo como un aspecto parcial, de los más duros, si, pero quizá necesario. El fotodocumentalismo trata de esto. También de esto. Una foto descarnada, no morbosa ni gratuitamente gore, es brutalmente informativa, no hay regodeo. Son necesarios fotodocumentalismos más elaborados y condimentados, pero el que da las imágenes crudas es necesario que no se desdeñe.
Salud y saludos.
De nuevo, gracias a todos. Me parece extraordinario que esa imagen halla desplegado un debate tan respetuoso y reflexivo aunque todos no tengamos las mismas opiniones. La mayoría de vuestros comentarios dan para un solo artículo y es algo que estoy valorando llevar a cabo porque creo que merecen la pena.
ResponderEliminarEs cierto el tema del 11-S pero desgraciadamente hubo una fuerte y repugnante censura informativa.
En todo momento he sido consciente que la imagen daría que hablar y al igual que todos vosotros, en la tercera entrega he querido opinar libremente aunque ello pueda haber herido o sorprendido a algún lector del blog pero ante todo creo en la transparencia del pensamiento y no esconderme en cuestiones, tal vez, políticamente correctas. No es mi modo de proceder.
Oscar, aunque no pensemos igual, tu opinión me merece el mayor de los respetos y creo que lo mejor es que podamos debatirlo, aunque sea aquí, en los comentarios del blog.
Es difícil ante la magnitud de la escena abstraerse de esa realidad. Fue la única imagen que me guardé de todas las que recibimos.
Es una de esas imágenes que como fotoperiodista duele hacer pero que hay que hacer porque así es nuestro oficio, una veces repleto de alegrías y otras impregnado de desgracias y tristezas.
En el caso del editor gráfico, su papel selectivo requiere madurez profesional. Cristina Gallego, una de las editoras que llevo a cabo la selección, me comentaba hace unos días que cuando se recibió esa imagen mantuvieron un diálogo entre los editores presentes que arrojó una unánime opinión favorable a la publicación de la imagen de Olivier.
Porque es en estos casos y ante tales fotografías, donde es más necesaria la reflexión y el diálogo para no tomar decisiones equivocadas.
http://www.viiphoto.com/feature.html
ResponderEliminarPie de foto, haitianos menos afectados por el terremoto llegan a la capital para repartir comida, repartir no vender. Para mi es la foto. Esa mano arbórea llena de dedos que corona un antebrazo telúrico emergiendo de la conmoción y que grita ayuda. Foto de Ron Haviv, uno de los muy grandes, que unido a las demás del reportaje da una visión tan compasiva como dura del asunto terremoto. Y que engarza con perfección con otros reportajes anteriores de Kratochvil sin salir de VII.
Sálvame. Que se parece mucho al logo donde se cuentan las andanzas de la princesa del pueblo y sus desasosiegos mercantilizados.
http://programastv.org/general/exito-en-el-estreno-de-salvame-deluxe
Olivier en Visa pour l´image
http://www.visapourlimage.com/news/4809.do
Para estremecerse, el corazón de las tinieblas, donde se cuentan las andanzas del bang bang club, al que pertenecía Kevin Carter entre otros. Escalofriante lectura y fotos, de absoluta necesidad para intentar comprender.
http://www.taringa.net/posts/imagenes/6236897/Bang-Bang-Club_-fotografias-de-alto-impacto.html
Salud y saludos.
http://www.viiphoto.com/detailStory.php?news_id=1071
ResponderEliminarCreo que ahora se verá la foto de Ron Haviv.
Unas entradas importantes y necesarias David. Hay zonas del fotodocumentalismo que duelen, y es necesario que sea así. Malo es que sólo sirva para vacunar el dolor y entibiar la empatía que nos debe corresponder como seres humanos que somos, lo que pone en la tarjeta de presentación de Larry Towell.
Salud y saludos.
Que buenos Links Javier...
ResponderEliminarEn Mexico, así como en Guatemala, Honduras y el Salvador la prensa especializada en sucesos, baleados, asesinatos y violencia genera casi de forma única un solo contenido informativo.
ResponderEliminarCulturalmente ( no digo que acertadamente) este tipo de prensa es sin duda la más vendida en cualquiera de estos paises. Estoy terminando mi trabajo sobre los Sicarios en América Latína y he tenído oportunidad de ver mas sangre que en cualquier conflicto o terremoto. Vamos he tenido más miedo en la zona 14 de guatemala que en la avenida de los tiradores de Sarajevo o la esplanada de Kabul. En estos paises la prensa se sostiene más por sus contenidos de violencia en las calles que por la información política o Deportiva.
El Diario de Noticias de Guatemala por ejemplo es el más vendido del país y esta formado enteramente por sucesos.
No se tal vez el hastio de ver tanta sangre me hace reflexionar sobre la capacidad para hacer otro tipo de imagenes ( principalmente sin menores), otro tipo de información con más juego y menos morbo. No lo se, en ocasiones me siento un ignorante visual.
Que profesión mas triste es esta la mia....
Pienso que si yo hubiese sacado esa foto y ganase un buen premio,,,, si alguien me felicitase creo que rompería a llorar.....
Que mierda de contenidos tenemos que ofrecer a veces.
Sólo una puntualización, esto es fotografía de prensa, no sé si necesaria porque a día de hoy cuando lo pienso friamente llego a la conclusión de que absolutamnete ninguna fotografía de prensa es necesaria, ni la de catastrofes, ni la de guerra, ni la de deporte ni la de celebridades. Tenemos exceso de imágenes, ante cualquier suceso o sucedido hay toneladas de ellas golpeando las pantallas de nuestros televisores y ordenadores y pugnando por ganar unos segundos de nuestra atención. Y la mayor parte de estas imágenes no valdrían ni para un videoclip de los osborne. Pero puestos a aceptar que la fotografía de prensa en general es necesaria ésta de la que hablamos es fotografía de prensa en mayúscula, de la que sí es necesaria por ser testimonial en el sentido de ser testigo de un hecho que ha sucedido, sin poner ni quitar nada, ya llegaran otros a poner pies de fotos, a editorializar, a discutir si si sí o si no, como hacemos ahora. Y no es sólo una imagen que sirva para la pericial de un hipotético juicio, es una fotografía de una calidad extraordinaria tomada en un entorno de dureza extrema y sin caer en el esteticismo ni recrearse en la tragedia. La tragedia es tal que supera cualquier otra consideración y deja al fotógrafo poco más que hacer que hacer bien su trabajo, que es hacer fotos, lo que le exijen. Su trabajo no es hacer sociología ni editorializar las decisiones de tomar o no tomar una foto. Y por más riesgo que exista de que los medios de comunicación de masas terminen banalizandolo todo y aprovechando cualquier imagen para ganar sus audiencias no criminalicemos al fotógrafo antes incluso de levantar la cámara a la altura de los ojos.
ResponderEliminarSólo hablo de la fotografía de prensa, lo del fotodocumentalismo no lo entiendo, veo demasiados ejemplos en los que se pone al "yo" del fotógrafo por encima de la realidad que fotógrafia, me cuesta distinguir el polvo de la paja y creo que sigue unas reglas diferentes a las de la fotografía de prensa por más que por necesidades comerciales se le ponga la etiqueta de fotodocumentalismo a mucho reportaje sin más (sin que por otra parte lo necesite) Pero insisto, con todo mi respeto hacia el fotodocumentalismo, en que no lo entiendo y no sé interpretarlo. Sí creo que son dos cosas muy diferentes, como comparar un artículo de información con uno de opinión.
Por último y antes de mis disculpas por la extensión del comentario dejo un enlace que habla de las presiones que recibio una escultura de Eric Fischl en el Rockefeller Center que representaba la figura de una mujer cayendo cual las personas que decidieron arrojarse de las Torres Gemelas el 11S y que finalmente cubierta y retirada de la exposición conmemorativa del primer aniversario del atentado en Nueva York. Otra perspectiva diferente de casi lo mismo.
Ahora sí pido disculpas, pensaba escribir una idea sencilla pero veo que no es un tema para ideas sencillas.
Sólo una puntualización, esto es fotografía de prensa, no sé si necesaria porque a día de hoy cuando lo pienso friamente llego a la conclusión de que absolutamnete ninguna fotografía de prensa es necesaria, ni la de catastrofes, ni la de guerra, ni la de deporte ni la de celebridades. Tenemos exceso de imágenes, ante cualquier suceso o sucedido hay toneladas de ellas golpeando las pantallas de nuestros televisores y ordenadores y pugnando por ganar unos segundos de nuestra atención. Y la mayor parte de estas imágenes no valdrían ni para un videoclip de los osborne. Pero puestos a aceptar que la fotografía de prensa en general es necesaria ésta de la que hablamos es fotografía de prensa en mayúscula, de la que sí es necesaria por ser testimonial en el sentido de ser testigo de un hecho que ha sucedido, sin poner ni quitar nada, ya llegaran otros a poner pies de fotos, a editorializar, a discutir si si sí o si no, como hacemos ahora. Y no es sólo una imagen que sirva para la pericial de un hipotético juicio, es una fotografía de una calidad extraordinaria tomada en un entorno de dureza extrema y sin caer en el esteticismo ni recrearse en la tragedia. La tragedia es tal que supera cualquier otra consideración y deja al fotógrafo poco más que hacer que hacer bien su trabajo, que es hacer fotos, lo que le exijen. Su trabajo no es hacer sociología ni editorializar las decisiones de tomar o no tomar una foto. Y por más riesgo que exista de que los medios de comunicación de masas terminen banalizandolo todo y aprovechando cualquier imagen para ganar sus audiencias no criminalicemos al fotógrafo antes incluso de levantar la cámara a la altura de los ojos.
ResponderEliminarSólo hablo de la fotografía de prensa, lo del fotodocumentalismo no lo entiendo, veo demasiados ejemplos en los que se pone al "yo" del fotógrafo por encima de la realidad que fotógrafia, me cuesta distinguir el polvo de la paja y creo que sigue unas reglas diferentes a las de la fotografía de prensa por más que por necesidades comerciales se le ponga la etiqueta de fotodocumentalismo a mucho reportaje sin más (sin que por otra parte lo necesite) Pero insisto, con todo mi respeto hacia el fotodocumentalismo, en que no lo entiendo y no sé interpretarlo. Sí creo que son dos cosas muy diferentes, como comparar un artículo de información con uno de opinión.
Por último y antes de mis disculpas por la extensión del comentario dejo un enlace que habla de las presiones que recibio una escultura de Eric Fischl en el Rockefeller Center que representaba la figura de una mujer cayendo cual las personas que decidieron arrojarse de las Torres Gemelas el 11S y que finalmente cubierta y retirada de la exposición conmemorativa del primer aniversario del atentado en Nueva York. Otra perspectiva diferente de casi lo mismo.
Ahora sí pido disculpas, pensaba escribir una idea sencilla pero veo que no es un tema para ideas sencillas.
En mis par de comentarios hago alusión a "nuestros muertos"(11-M, etc.). Creo honesto confesar igualmente que a mí me duelen más "mis muertos" aunque ni de lejos decirlo sea políticamente correcto. No quiero ser más guay que nadie...
ResponderEliminarPor otra parte quiero reiterar que para mí lo duro de la foto no es la pila de cadáveres, sino la actitud del trabajador de la morgue. Saludos a todos.
Vaya, puse un comentario largo y no ha subido ¿qué habré hecho mal? En fin, tampoco decía nada nuevo.
ResponderEliminarSigo pensando lo mismo, no aporta nada más que morbo. No estoy de acuerdo con su publicación. Es una foto espectáculo, no forma parte de una historia o un reportaje, es casi una anécdota cruel de lo que pasa en Haiti.
ResponderEliminarEntre los motivos que he leído en este y en el anterior post, alguien decía que si no es por fotografías como ésta, el tema no nos llamaría la atención. Es triste pensar que es la única salida. Por ejemplo, a mi me llaman la atención fotos como ésta:
http://www.quesabesde.com/noticias/cristobal-manuel-con-texto-fotografico,1_6525
y no es morbosa en absoluto.
Por otro lado, en la edición de esa doble página, poner esa foto en medio, con el corte entre las dos páginas, puede disimularla, es como si dicha foto no fuera importante o nos atreviérais a ponerla de apertura, si estáis convencidos de que hay que publicarla, hacerlo consecuentemente.
Está claro que durante un cierre pasan muchas cosas y a veces no se meditan todas las decisiones, no creo que, después de un análisis profundo de por qué publicar esa imagen, la volviérais a colocar en el misma posición.
Respeto vuestro trabajo, aportáis muchísimo a la edición gráfica de este país. Pero en este caso, no estoy de acuerdo.
Aún así, que os abráis al debate es un regalo y un lujo.Os lo agradezco profundamente.
Quiero agradecerte que escuches y analices los motivos de quienes no están de acuerdo contigo. En los tiempos que corren eso es una quimera, un lujo. Dice muchísimo a tu favor.
ResponderEliminarGracias, David.
Olmo, la foto pertenece a un reportaje de Olivier donde se encuentran muchas otras imágenes y situaciones distintas del desastre. Quizá sólo él hizo ese tiro. Yo no le encuentro morbo alguno. Como foto es bastante espectacular, en frio, pero no me parece pertenezca al foto espectáculo. De Haití lo más morboso que recuerdo era esperar los últimos rescates que fueron posibles. Ahí si me pareció vislumbrar morbosidad mediática. dentro de lo maravilloso que resultó que al de una semana o más siguieran apareciendo vivos de entre las ruinas.
ResponderEliminarhttp://www.foto8.com/new/online/blog/1076-does-haitis-crisis-call-for-a-new-photojournalism
La octava foto también es de Olivier y engarza reporterísticamente con la de la discusión. Vistas más fotos del autor en la parte chunga de La Española no me resulta un buscador de morbosidades gratuitas. Aquí hay algunas más
http://blogs.sacbee.com/photos/2010/01/haiti-one-week-later.html
Salud y saludos.
Qué gustazo es pasar por aquí. Auténtico debate profesional. Es como trasladar mi mesa de la redacción a otra dimensión donde existen los argumentos sostenidos por un conocimiento del tema y una comprensión de los hechos y sobre todo, por la variedad de opiniones, que aún enriquece más este espacio.
ResponderEliminar...hace poco aterricé de rebote en este blog y desde entonces cada día me alegro más de tenerlo entre mis favoritos.
Gracias David... y a todos los que participáis.
Lucas, bienvenido a este espacio. Como tu bien dices, la variedad de opiniones es de las cosas más enriquecedoras, sobretodo si los argumentos tienen tanto peso como los que aportan muchos lectores de este blog. Gracias por tenerlo entre tus favoritos.
ResponderEliminarJavier, gracias por los enlaces, son estupendos.
Hola David (y por extensión a todos los que leéis este blog).
ResponderEliminarHoy me han dado en el curro unas hojas con el "Código de conducta sobre publicación de imágenes de personas" para mi periódico.
En los casi 4 años que llevo nunca me lo habían enseñado (creo que no existía).
Entre las cosas que señala, aparte de que no puedo sacar fotos a niños sin consentimiento (algo que ya hacíamos en la práctica, aunque si nos daban permiso, no lo requeríamos por escrito), hay una cláusula al principio que dice exactamente esto:
"...sobre la responsabilidad, tanto penal como civil, que pudiera derivarse de la publicación de tales imágenes, siendo exclusivamente responsables el DIRECTOR del medio que autorizó la publicación de las imágenes y el FOTÓGRAFO que captó la citada imagen."
¿Es legal responsabilizar al fotógrafo? ¿Y si recibo una orden contraviniendo este código de conducta? ¿Me podría negar a cumplir dicha orden?
Y otra cuestión más preocupante para mi; si antes de conocer este código he realizado fotografías que lo contravienen, porque así me lo han ordenado en mi periódico, y esas fotos están en el archivo del periódico (al que toda la redacción tiene acceso), y se utilizan esas imágenes sin preguntarme, y da la casualidad que recibo una denuncia por la publicación de dichas imágenes, ¿me podrían considerar culpable a mi?
En resumen, este código (en concreto el cargar la responsabilidad civil sobre el fotógrafo) ES LEGAL???
Perdón si me salgo del tema, pero me lo acaban de comunicar y no sé muy bien qué hacer con esto...
Un saludo.
¡Qué gozada leeros!
ResponderEliminar¡Cuánto me enseñáis y aprendo!
Felicidades a todos, y a ti David, agradecerte tu blog, porque la libertad de opinión, es la que hace crecer el intelecto, y eso amigo mío, es tan necesario para vivir, y para ser mejor persona, que debería ser una de las primeras lecciones a aprender.
Adelante, ya estoy esperando la próxima entrada.
R. Divad
Olmo, en respuesta a tus preguntas solo puedo aportar mi opinión basada en mi experiencia y no en algo estrictamente legal.
ResponderEliminarResponsabilizar al fotógrafo es un error total. Como profesional, él debe hacer la foto y luego la decisión de publicarla pasa por el periódico. Otra cosa es que el hecho de hacer la fotografía viole algún factor que se me escapa.
Comentas un tema interesante que es el hecho que una fotografía realizada para una información tenga un uso indebido posteriormente al ser utilizada para ilustrar otro reportaje.
Ahí el fotógrafo está exento de toda culpa ya que esa imagen pactada para una información ha sido usada para otros menesteres. Como redactor Jefe he tenido que estar en muchas ocasiones ojo avizor sobre este tema.
Es más, en el caso de la utilización de la misma imagen en Internet, muchas personas han dado su consentimiento para salir en la edición papel del diario pero no en la digital, restricción que en mi opinión debe ser respetada.
Considero que si tu periódico te manda hacer unas fotos que su realización violan ese código, como profesional debes hacerlas siempre y cuando no violen tu ética personal. Los problemas que puedan derivar esas imágenes son solo responsabilidad del diario, al menos así lo veo yo.
R.Divad, gracias por tus palabras. Es cierto que la libertad de opinión hace crecer el intelecto pero siempre y cuando vaya acompañada de un sentido común y respeto como el que hemos podido leer en los comentarios de los últimos artículos publicados por distintos lectores del blog. Ese y solo ese es el mejor de los diálogos posibles.
Gracias por la respuesta, me sirve muy bien de referencia.
ResponderEliminarVoy a buscar asesoría legal al respecto de todas formas, no me fío un pelo de mis jefes.
Gracias!