domingo, 19 de agosto de 2012

Las solitarias cámaras Olímpicas.

Hace ya unos días, la llama olímpica londinense se apagó tras dos semanas de competición fratricida.
Tras la edición gráfica que tuve la oportunidad de realizar durante esas jornadas y observando el material a cierta distancia, quisiera poner encima de la mesa una reflexión, un pensamiento en voz alta, sobre algunas de las imágenes recibidas, tomadas desde cámaras fotográficas instaladas en los lugares más inhóspitos y accionadas a distancia mediante controles remotos, en busca de aquel encuadre nuevo, distinto o que aporte alguna singularidad,  las solitarias cámaras olímpicas.


Dias antes del inicio de los juegos, la mayoría de las grandes agencias presentes colgaban en youtube y en sus portales, diversos vídeos mostrando auténticos robots fotográficos, en los que no solo se accionaba el disparador sino que se podía variar el foco y la distancia focal del zoom. Eran auténticas cabezas calientes colgadas, por ejemplo, en los techos de las  instalaciones olímpicas.


Los Juegos Olímpicos tienden a ser el evento donde se busca la novedad, aquel punto de vista nunca realizado desde el cual sorprender a los lectores. Incluso hay quien se aventura a cubrirlos con un iPhone como hizo en esta ocasión el fotógrafo de "The Guardian" Dan Chung.


La práctica de hundir cámaras en el agua o instalarlas en lugares remotos no es nuevo de estos juegos. Como ejemplo reciente podemos contemplar el trabajo con el que Adam Pretty consiguió el segundo premio en la categoría de "Sports/Stories" en el último World Press Photo y el primer premio en el POY 2012 en la misma categoría.


Pero personalmente se me plantean algunas dudas:
¿realmente se han visto imágenes tan distintas? 
¿hemos llegado al límite en la búsqueda de aquel encuadre nunca realizado? 
¿Será que las mejores fotos que hemos visto fueron disparadas desde cámaras sin ningún fotógrafo accionando su obturador y en muchos casos sin ver lo que se estaba fotografiando? 
Sin duda alguna, el material que se acostumbra a recibir desde estos eventos tiene una calidad mayúscula. Dicho esto, observemos algunos ejemplos. En el caso del Baloncesto, muchas cámaras estaban colgadas en la parte trasera del tablero o bien en el techo, dirigiendo en punto de vista a la canasta en cuestión.



Queda claro que la posición de disparo ofrece unos encuadres realmente espectaculares, pero no nuevos.
Algo parecido sucede en eventos como puede ser el esgrima o el balonmano. Lo bueno de estos casos es que ese "London 2012" toma un gran protagonismo y permiten conseguir imágenes realmente muy estéticas.




Si miramos hacia la natación, uno de los mejores especialistas en este deporte, Al Bello, explicaba en un artículo publicado en "The New York Times", como se las apañaba para colocar su cámara sumergible dentro del elemento líquido.



Son imágenes impactantes pero, en mi opinión, de uso limitado. Una vez has apostado por una de ellas para su publicación, resulta casi imposible volver a hacerlo para evitar una repetición de conceptos.


En este caso, Al Bello colocó una cámara al lado de los trampolines de salida, disparada a distancia.


Ni hablemos de la final de los 100m. lisos, donde el afán de las agencias por conseguir la imagen distinta hace que los fotógrafos destinados a su cobertura se multipliquen, así como las cámaras remotas. En el siguiente video de la agencia Reuters lo explican con todo detalle.


Entiendo que llega un momento que resulta imposible poder tener un fotógrafo en una ubicación, digamos, alternativa, y que le meta por conseguir un imagen original solo pueda alcanzarse a través de sistemas de accionamiento y disparo remotos. ¿Hemos llegado a la era de los especialistas en "Joystick"?
Creo que la única imagen realmente distinta nos la ofreció televisión con la cobertura de la natación sincronizada, ofreciendo aquel plano en el que podíamos seguir el ejercicio de las nadadoras media imagen hundida y otra media exterior.
No estoy en contra de estos sistemas. Como he apuntado al principio, esto no deja de ser un pensamiento en voz alta, una reflexión desde la cual, si queréis, podáis opinar. 
Como extremo a todo esto tenemos al fotógrafo Dave Burnett que cargado con su cámara de placas ha cubierto estos juegos de un modo, digamos, más añejo.


Tal vez los nuevos caminos se adentren en el 3D, y digo tal vez. De aquí a Rio quedan cuatro años y la búsqueda de esa imagen distinta tomará nuevos derroteros tecnológicos. Eso seguro.

Anexo1: Me ha llegado a mi conocimiento el rumor de que en la próxima edición del World Press Photo no se admitirán imágenes realizadas a través de sistemas remotos. Personalmente no tengo ninguna noticia de esto y creo que sería de difícil demostración, pero si alguien tiene información que diera un poco de luz a  esto se lo agradecería. 

5 comentarios:

  1. Sin quitar nada. Esa última imagen con esa cara de relajación en el fotógrafo. Algo tendrá que ver...je.

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  2. Estoy de acuerdo en lo que dices, están muy bien las fotos desde esos ángulos imposibles, pero es como cuando utilizas un ojo de pez, la primera foto está muy bien, es diferente, resultona y muy llamativa, pero la segunda cansa.

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  3. Esta lógica reflexión tiene cierto paralelismo con la observación astronómica con telescopios, donde hace años se observaba el firmamento a través de un ocular donde se producía una "observación física". Con los años esto ha derivado en observar el cielo a través de sensores CCD acoplados al telescopio, donde todo está monitorizado y automatizado y se ha perdido una parte importante de su encanto: La participación activa. El cielo ahora se escudriña en una pantalla de ordenador y no con los ojos. Ahora todo es más virtual y menos físico. La fotografía también está usando estas premisas en determinados ámbitos. Imagino que no es ni mejor, ni peor, solo distinto.






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  4. Como ya dije en una entrada anterior con motivo de los encierros en San Fermín, creo que el ojo del fotógrafo debería de ser el causante de la imagen. No el control remoto. Ni los automatismos de la cámara. A este paso, le darán el Word Press a una cámara adaptada al frontal de un Hummer o de un Helicóptero Apache en cualquier escaramuza bélica.
    El fotógrafo… ¿empieza a ser prescindible?
    Si seguimos así, quien nos garantiza que dentro de unos años, las propias marcas no coloquen sus maquinas en rincones estratégicamente ensayados, auspiciando deportes en concreto para competir con sus competidoras.
    ¿Utopía? Nada lo es en el mundo de la fotografía.
    Un abrazo

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  5. mi opinión es que si los premios son el reconocimiento al trabajo del fotógrafo, las imágenes capturadas con sistemas remotos no se tendrían que tener en cuenta, o en todo caso, en una categoría especial

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