No hay nada como pasear entre exposiciones fotográficas para olvidarse del stress del “Wild Side” y durante estas semanas, en Palafrugell, hay una de esas citas a las que no se puede fallar.
La Biennal Miserachs de fotografía ha llegado a su ecuador y finalizará el próximo 26 de septiembre.
Ya pudisteis ver en un anterior post la oferta de una Bienal donde su organización no ha escatimado esfuerzos y trabajo para poder mostrar de forma sobresaliente el material de los fotógrafos invitados.
Las tres retrospectivas que se pueden visitar son memorables.
Empezamos por el madrileño Enrique Meneses y sus imágenes expuestas en Can Mario sobre la convivencia que mantuvo en Sierra Maestra con los revolucionarios cubanos. Momentos íntimos con Castro, Guevara y sus seguidores.
Esta muestra convive con la de María Velasco y sus “Vides Comunes”. Un interesante trabajo en color que se basa en su convivencia con dos familias marroquíes, tanto en su lugar de procedencia como en su destino, en el Empordà.
Nos acercamos hasta el Museo del Suro. Allí nos esperan las fotografías de Ricard Terré. Otra retrospectiva que, aunque conocida, nunca nos deja de sorprender. Siempre me han gustado sus imágenes de los cincuenta. La muestra va acompañadas con algunos textos escritos por el mismo Terré, tan interesantes como el siguiente:
“Todos los modelos y todos los momentos son buenos, todo depende de si está la foto en ellos o no. Tienes que tener la sensibilidad para entrar en el momento de mayor expresividad, pero yo no fabrico la foto; la foto está ahí. La foto la encuentras, no la haces. Es como el torero, que no crea el movimiento del toro, pero lo aprovecha. ¡ Hay que estar al quite!”
Frederic Martí Carreras completa en el Teatre Municipal de la localidad esta fantástica trilogía. Su trabajo de gran valor documental, nos transporta al Empordà de los cincuenta y sesenta en todas sus expresiones populares.
Sin salir del teatro podéis aprovechar para ver una de las exposiciones que componen la Biennal Off y a mi entender uno de los trabajos más interesantes que componen la totalidad de la Biennal. Se trata de los trípticos en color realizados por Eugeni Gay Marín y e Isabel Gonzalez Ortiz sobre las víctimas del Yakolev-42.
Una de las características de este encuentro es el aprovechar espacios urbanos, en algunos casos bastante peculiares, como salas de exposición, tal y como ocurre también en Perpiñán. Un claro ejemplo es el Centre Mercantil, a escasos metros del Teatre Municipal. Allí encontraréis la muestra “Welcome to the Garbage Mountain” del navarro Joseba Zabalza en el piso superior del edificio. Un lugar en estado de reforma pero precioso. Un recinto ideal para ver el gran trabajo de este fotógrafo.
Otros de los rincones mágicos es el que fuera taller del pintor Modest Cuixart. En él, el local Lluis Català expone “Entre el cel i la terra”. Un trabajo sobre los suicidios a los que se ven abocados muchísima población indú a causa de la escasez de agua e infraestructuras ante un capitalismo feroz.
Las exposiciones están abiertas de 10 a 14 horas y de 16,30 hasta las 20,30 horas lo que permite una comida tranquila antes de visitar el resto de exposiciones.
Los “Addictes” de Alfonso Moral os esperan en “La Galería”. Este Vallisoletano os trasladará al antiguo Centro Cultural de Kabul donde jóvenes heroinómanos conviven con la indigencia. Un trabajo duro y de gran calidad.
Tenia especial interés por ver la muestra de Fernando Moleres. La fotografía que aparece en el programa de la Biennal prometía muchísimo y así fue.
Sus retratos de sacerdotes, curas y demás componentes de distintas comunidades de culto llegan bañadas con una luz que otorga a las fotografías un alto grado pictórico. Una exposición indispensable.
El passatge de Josep Marti Clarà recoge la muestra de Montse Campins con los retratos a gran formato de “Marias…”.
Un proyecto donde Campins ha querido realizar un retrato contemporáneo de la mujer actual.
Si algo destila esta Biennal es el cariño y dedicación con la que todos los componentes de su organización llevan a cabo esta muestra. Desde la elección de las sedes a la calidad de los fotógrafos elegidos es soberbia. Es una pequeña bombonera fotográfica, repleta de exquisitos dulces que llevarnos a los ojos.
No hay excusa, Palafrugell os espera hasta el próximo 26 de septiembre.
Cómo me repito, qué envidia.
ResponderEliminarGracias por compartirlo.
Estupenda propuesta, como un resopón del VISA. Parece que las expos están a una altura similar.
ResponderEliminarQué fots estupendas, David!!! La fotografía dentro de tu fotografía cobra vida!
ResponderEliminarDavid, ese 35mm F:1.4 en tus manos hace maravillas...
ResponderEliminarSaludos!
Hola David, pido perdón por dejar un enlace a mi blog, pero la entrad de hoy es un tema que a todos nos concierne.
ResponderEliminarGracias y un cordial saludo.
http://jofz.blogspot.com/2010/09/una-ventana-muy-seria-una-ventana-para.html
Juanjo, de perdón nada, todo al contrario, gracias por el enlace.
ResponderEliminarHoy es dificil no repetirse y mucho más a estas horas ;) No me canso de repetirtelo, me gusta el David fotógrafo :P
ResponderEliminarJuanjo, vente para aquí ;) Aunque Meneses creo que vive en Madrid, ya me gustaría a mi una larga tertulia con él. Debe tener tanto que contar...había fotos de cuando yo tenía un año y ya no soy una jovencita.
Un abrazo a todos y gracias por tu tiempo
Lo dicho por todos. Gracias, David. Lamentamos que TWS te cause estrés, como dices al principio, aunque bendito estrés: todos nos beneficiamos de él. Te vampirizamos. Pero hay que dejar esas cosas arás, amigo
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarAl contrario Domingo. Thewside es para mi un remanso de paz. Un lugar donde poder mostrar lo que hacemos en "La Aldea Gala". Un refugio donde descansar cuando la parte más dura del Wilde Side real, aquel que explico en la entrada del blog, actúa de forma más implacable.
ResponderEliminarGracias por todo aquello que tu sabes.