domingo, 22 de agosto de 2010

El límite está en el momento.

Antes de entrar en materia, permitidme dar las gracias a todos aquellos que aportasteis vuestra valiosa opinión sobre esta fotografía. De los comentarios escritos, se desprendían opiniones de diversa índole y en algunos casos aportaban datos históricos sobre la misma. Enrique, que bueno que viniste pibe!!!!
De nuevo, MUCHAS GRACIAS A TODOS.



Pero entonces… ¿qué buscaba realmente con esas preguntas que os planteé?

En el artículo anterior al post en cuestión, os mostraba el texto que Jean François Leroy había incluido en la web oficial de “Visa Pour L´Imatge”, destacando negativamente el exceso de retoque que, según Leroy, padecía el fotoperiodismo actual.
Es un tema que desde hace algún tiempo levanta pasiones enfrentadas entre partidarios y detractores y las preguntas se desencadenan y se repiten una y otra vez ¿Es o no es válido? ¿Cuál es el límite?
Son varios los ejemplos que existen pero tal vez uno de los más conocidos, por ser de los más recientes, es el del fotógrafo Klavs Bo Chritensen y su fotografía de Haití, descalificada en el certamen danés Picture of the Year por considerar el jurado un exceso de manipulación del color.


En la reflexión que hace Eduardo de Francisco en un comentario del blog plantea una cuestión que considero realmente interesante, ¿que hubiera ocurrido si se hubiera tratado de una imagen en blanco y negro? ¿ estaríamos hablando de manipulación o la fotografía hubiera sido aceptada sin problema?


Pero volvamos a nuestro querido WES. La fotografía de Smith muestra unas enfermeras con un bebe bajo una iluminación tenue pero… ¿existía realmente esa luz?
En una de las páginas de su maravilloso y aconsejable libro “The Camera as conscience”, el propio Smith nos muestra la imagen, digamos, virgen y con su posterior interpretación en el laboratorio. (Clickar sobre el documento para verlo a mayor tamaño)


Si observamos con detenimiento, de repente las sábanas ya no son blancas, las sombras están totalmente oscurecidas, la cara de la enfermera de la izquierda tiene detalle y ese niño que apenas se distingue pasa a ser prácticamente blanco.
Y me pregunto ¿Que diferencia existe entre el ejemplo de Chritensen y el de Smith para que uno sea históricamente aceptado y el otro actualmente rechazado? No encuentro respuesta a menos que vincule esta problemática a un miedo atroz al mundo digital.

El objetivo de mis preguntas era comprobar si en alguno de los comentarios se ponía en duda la veracidad o el exceso de retoque de la imagen y salvo en uno que borré aclarando al autor el porqué lo hacía (disculpa Jordi), en ninguno aparecía referenciado ese tema.
Lógicamente. En las dos instantáneas existe el momento de la toma, esa fracción de segundo sin manipulación alguna. Ni se han incluido ni borrado items y lo que muestran los autores es la imagen tomada en un momento dado.
Si existe una interpretación de los colores y los grises pero esto a existido desde siempre porque en el laboratorio interpretábamos el negativo.
Nos podía gustar ser más fieles a los tonos reales, o bien subir el contraste, levantar esas altas luces para conseguir información, enmascarar una sombra hasta conseguir ver detalle… ¡¡¡¡que analógico suena todo esto!!!!! Pero... que hermosas eran las horas con luz roja.

En la web de Juan Manuel Castro Prieto, gran fotógrafo y laboratorista entre otros de Cristina García Rodero, Madoz o Alix, dice:

Cuando positivo a un fotógrafo me meto en su piel. Cuando positivo a Cristina García Rodero, me pongo en el lugar de ella y como sé lo que le gusta, lo intento plasmar en el positivo. A veces, es inevitable que cada uno tiene su forma de interpretar el positivo y evidentemente, algo meto de mi forma personal de positivar pero siempre procuro adaptarme al fotógrafo. Un positivo de los que hago a Chema Madoz no tiene nada que ver con uno que le haga a Cristina García Rodero. Cada autor tiene sus gestos y por ejemplo a García Alix le gustan los positivos más suaves. Las primeras copias que hago de un fotógrafo sirven para ir ajustándome a su estilo de positivos.

Por lo tanto, Prieto está “solamente” realizando lo que se ha hecho y se ha aceptado a lo largo de la historia del fotoperiodismo, INTERPRETAR UN INSTANTE.
En talleres impartidos por Cristina García Rodero, la fotógrafa a mostrado imágenes con un copiado sublime y la misma tras el copiado de Prieto. Al verlas solo aparece una duda, fruto de la maestría de Juan Manuel ¿Pueden surgir estas dos imágenes del mismo negativo? Claro que si, solo hay que ser Castro Prieto.
Pero nadie pone en duda la veracidad y autenticidad de ese momento crucial en el que Cristina decidió apretar el obturador y esa es la clave.
Y como Rodero podríamos citar a multitud de prestigiosos fotógrafos en los que el copiado tiene un factor muy importante en su obra pero atención, esto no debe llevar a desprestigiar el momento de la toma porque todas esas imágenes a las que podemos referirnos tiene al factor más importante de una imagen, ALMA.
Alma en la mirada, Alma en el momento, Alma en el mensaje y esto existe o no existe, por mucho que volquemos días en el laboratorio u horas ante el ordenador.

La foto de Eugene Smith nos gusta porque tiene alma, nos transmite paz y el trabajo de laboratorio se convierte en el transmisor de todas esas sensaciones pero no hay ninguna manipulación del tiempo, de esa fracción de segundo. También es cierto que se trata de una imagen fronteriza entre la lectura de un negativo y la manipulación a causa del cambio en el color de la piel que aplica al bebe.
Entonces ¿a que llamamos realidad si nos referimos al retoque fotográfico?
Siempre se ha considerado la transparencia, la diapositiva, como el soporte que mejor y de un modo más fiel reflejaba el color real. Tan solo revelando la emulsión obteníamos el resultado final. Un mismo proceso E-6, salvo en casos como el Kodakchrome, sentenciaba todo lo captado en el momento del disparo.
Pero incluso en estos casos, cada fabricante de película tenía y tiene una tendencia tonal. Así pues, incluso usando este fiel soporte, la realidad podía variar ligeramente aun siendo lo más cercano a ella.

Admiro el trabajo de fotógrafos como Alex Webb, Harry Gruyaert o nuestro querido Navia por su gran dominio y conocimiento a la hora de trabajar el color en el momento justo de accionar el obturador pero también existen otros discursos visuales como el del inglés Martin Parr y sus fotografías repletas de colores chillones que poco tienen que ver con la realidad cotidiana y no por ello pierden su valor documental. En este caso, Parr utiliza ese color como un signo identificativo más de un estilo propio. ¿Es el color real? No, pero lo asociamos a este fotógrafo sin poner en peligro la veracidad de sus reportajes.

Son estilos, tendencias, como la que últimamente hemos podido apreciar por parte de algunos fotógrafos de agencias internacionales oscureciendo todos los lados de la fotografía tal y como podéis apreciar en este grupo de imágenes.


Personalmente no me gusta, sobretodo porque las imágenes como tal son buenísimas y no creo que ese viñeteo aporte algo más, es un recurso más efectista que efectivo pero no por ello pierden su valor informativo, es tan solo una cuestión de gustos.

¿Y si encuadramos la imagen? ¿También estamos manipulando? ¿Pierde credibilidad esa fotografía? Cuando reencuadramos opinamos al igual que seleccionamos un espacio a la hora de fotografiar, y sino que se lo pregunten a William Klein.

Entonces ¿A que responde tanta polémica? No es la primera vez que leo un texto de Leroy y desde aquí todo mi respeto hacia su persona y labor. En ocasiones he estado totalmente conforme con su mensaje pero creo que el tema que plantea se contradice en cierto modo con multitud de exposiciones de éxito que han pasado por Perpiñán, de autores donde el trabajo de laboratorio era notable y se han considerado como grandes reportajes, con extraordinarias luces, con profundos mensajes, sin poner en duda la verdad de sus mensajes.

Así ha sido y así nos lo han contado solo que ahora el enchufe no es para el temporizador, la ampliadora o la secadora, ahora es para el ordenador.
Y el debate seguirá, al igual que lo ha hecho desde los inicios analógicos pero sea como sea, volveremos un año más a Perpiñán para disfrutar del Alma y la Honestidad de los fotógrafos.

16 comentarios:

  1. Hola David;

    también pensé en las luces cuando vi la foto (como todos, seguramente) pero preferí obviar el tema y hablar del contenido.

    Me ha gustado que menciones eso del alma de las fotos.

    Me gustaría matizar una cosa: quizá no deberíamos comparar las fotos que propones (la de Smith y la de Haití) porque una de ellas está en color.

    Al blanco y negro se le permite siempre una mayor interpretación, ¿verdad?

    Saludos y gracias por el buen rato

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  2. Yo comenté en tu post sobre el texto de Leroy que el problema parte de una raíz, que esperamos del fotoperiodismo que nos cuente una realidad objetiva e incuestionable que no existe.

    La fotografía nació ligada a su uso científico y, en pleno desarrollo del positivismo, eso marcó (falsamente) la foto como sinónimo de verdad.

    La cuestión, como dices (o creo que dices) es dejar de demonizar determinadas "manipulaciones" porque a poco inteligente que uno sea sabe que la fotografía implica selección (desde el tema hasta el objeto pasando por el punto de vista, edición y publicación). Lo único que debemos reclaramarle al fotoperiodista es que sea honesto.


    Estoy realizando mi tesis sobre ética y fotoperiodismo y he leído cosas que dan miedo.
    Me ha encantado el artículo, ¿te importaría que lo utilizara en la tesis?

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  3. Por no hablar de diferentes marcas de cámaras digitales que tienen una interpretación bastante diferente. Canon y Nikon son my parecidas, pero Leica tiene unos colores bastante más saturados y sin embargo algo más fríos.

    Me parece genial que salga este tema y se debata. Creo que es un contrasentido descalificar la foto de Chritensen sabiendo que si hubiese sido en blanco y negro (una 'manipulación' mucho mayor del color) habría sido seguramente admitida.

    Total, que se admiten técnicas que se han utilizado 'tradicionalmente' aunque sean más invasivas que otras técnicas digitales que son prohibidas por manipuladoras. El miedo al digital que comentas.

    Yo creo que no importa tanto dónde está el límite exacto de lo permitido o lo prohibido pero por lo menos debería haber una definición más o menos precisa y aceptada por todos para la manipulación para usos periodísticos, dejando la fotografía artística o publicitaria a su libre albedrío (como ya ocurre). Así, uno sabría a qué atenerse, porque el pobre Christensen no creo que pretendiese engañar a nadie con su foto de Haití y sin embargo es evidente que esperaba que entrase dentro de las normas.

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  4. He incorporado el último párrafo, víctima del "Copiar/Pegar" a altas horas de la madrugada desde el documento word.
    Marta, por descontado que puedes utilizarlo.
    Bernal, gracias por tu comentario. El hecho de comparar estas dos fotografías ha sido por considerarlas como un buen ejemplo. Mas que permitirle una mayor interpretación, creo que el blanco y negro es de por si una interpretación.
    Eduardo, creo que das en el clavo cuando dices: "si hubiese sido en blanco y negro (una 'manipulación' mucho mayor del color) habría sido seguramente admitida." Estoy totalmente de acuerdo contigo.

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  5. Eduardo, con tu permiso incorporo tu planteamiento del Blanco y negro n cuanto a la foto de Chritensen ya que me parece muy, pero que muy interesante.

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  6. Excelente, muy trabajado y documentado post David.
    Yo opino como tú, no se le pueden poner puertas al campo, sólo mantener con el mayor de los rigores que no se borren ni clonen elementos como en el ya famoso caso de Francesco Cocco.
    Y por supuesto, el reencuadre es y ha sido una herramienta del fotógrafo. William Klein es un buen referente.

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  7. Doncs quan vaig descobrir el meravellós llibre que anomenes d'Eugene S. vaig al.lucinar amb els fotomuntatges i retocs extrems, així com reencuadraments "límit" al que el mestre era capaç d'aplicar al seu extraordinari treball. Em va decepcionar una mica, i és que jo no m'atreviria a fer-ho, és massa exagerat en quan ens mostren la veritat. Vaig veure en un documental el retoc d'alguna de les seves foto icona i era un muntatge de laboratori que esgarrifava, superposició de negatius. No crec que Salgado hagi hagut d'arribar als extrems del Eugene.
    Lo bo del digital és la democratització de la eina i dolent que qualsevol es pot atrevir a ser laboratista sense tenir cap experiència prèvia ni concepte bàsic; vaja que no s'han estudiat, per posar un exemple, el llibre d'Ansel Adams "La copia" i han anat directament al llibrot trampa del Mellado o qualsevol manual de retoc digital, llibres tècnics de com fer anar un software.
    salut

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  8. Ante todo un saludo y felicidades por tu blog. Estoy de acuerdo contigo en que si la foto no tiene alma por mucho retoque que le pongas jamas trascenderá, y el alma siempre se consigue cuando se realiza la toma, nunca en la postproducción. En el caso de los retoques extremos, creo que es más cuestión de moda que de estilo fotográfico. A mi personalmente estas fotos me alejan de la situación que pretenden reflejar, y me recuerdan mas a imágenes publicitarias que a fotoperiodismo. El fondo se diluye en la estética, que pasa a ser el leivmotiv de la imagen. No creo que a fotógrafos como Eugene Smith, Mary Ellen Mark, Nacthwey.....necesiten de estos retoques para explicar una historia.
    Antes nos moríamos por tener un negativo bien expuesto y con buena luz para no pasarnos horas en el laboratorio. Actualmente las últimas cámaras digitales se aproximan cada vez más al color "real", cosa que hace que los fotoperiodistas no tengamos que pasarnos horas delante del ordenador, para sacar un buen color y contraste. Por el contrario la tendencia parece ser que es hay que rizar el rizo y ofrecer imágenes cada vez más alejadas de la realidad. Para mi la fotografía documentalista es una forma de acercarme a realidades que no conozco. El estilo y la forma de contar lo que nos rodea tiene infinitas maneras de realizarse, pero no nos confundamos cuando nos quieran vender gato por liebre. Un abrazo y hasta pronto.

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  9. Crec que l´esséncia es capturar tal com dius, l´ànima o lo que el mateix ull veu pel visor de la càmara. Per mi, ajustar llums per poder obtindre lo que el ull humà contempla en el moment no es manipular..
    També cal dir que hi ha una diferència entre els que ens hem passat hores amb la llum vermella i els que no. Fem lo mateix aplicant-ho a l´era digital.

    salutacions.

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  11. Para mi el limite aparece cuando la postproduccion de la imagen supone un falseamiento de la información contenida en la imagen. Todo y así, yo prefiero ni retocar ni reencuadrar, algo que no me deja hacer la diapositiva, que todavía uso. Creo que una buena política es optimizar una buena foto en el laboratorio, no "crearla" a posteriori. El limite entre uno y otro es difuso, pero un buen indicativo de que nos estamos excediendo es cuando te das cuenta que el retoque mejora , no ya "cuantitativa", sino" cualitativante" la foto. En el caso de la foto de Haiti, creo que no llega a este limite. Y en el caso de la de Smith, no tengo duda de que el negativo original, de por si, ya es genial.

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  12. Primero de todo felicidades David por el extraordinario blog el cual planteas grandes cuestiones.
    Realmente la base de todo está en el ALMA de la foto como dices. Creo que la “ manipulación ” o “ interpretación del fotógrafo ”, por resumirlo, de una imagen ya parte desde el momento en que decidimos en qué lado ponernos para hacer la foto , que óptica utilizamos (ya que no se ven igual las cosas fotografiando lo mismo con angular que con tele en el que ya alteramos el espacio), el encuadre (que entra dentro de la foto y que obviamos), la elección final o inicial del color o blanco y negro etc…. por todo esto creo que la línea a no traspasar esta mas bien en no introducir y no quitar ningún elemento de la foto una vez hecho el disparo. Como decía Marta en ser honestos.

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  13. Y que ocurriría cuando ampliamos el espectro de posibilidades técnicas usando ópticas tilt shift ( creo que se pone así) desenfocando claramente una imagen que sin duda alguna no es así a los ojos normales.
    Es decir desenfocando una gran parte del encuadre.
    Yo lo he visto en fotógrafos de reportaje como el mencionado castro prieto ( bueno el no es reportero) David Burnett, Javier Arcenillas etc...
    Sus trabajos son excepcionales anque no se si trabajan con opticas tecnicas o con cámaras de placas.
    Pero el caso es, es eso válido? distorsionar la realidad desde una caja negra o cámara.
    Que conste que no dudo del increíble trabajo de cualquiera de ellos, no lo juzgo en ese extremo eh!
    que os parece?

    Juan Ramos

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  14. No entraré yo en el juego Analógico Vs digital, sino en los valores, que son tan viejos como el frío. Finalizas dando la clave, David: HONESTIDAD. Sin ella no hay periodismo ni información, sino forraje, y esto no es sólo cosa del fotógrafo, sino de toda la cadena de trabajo del periodismo.

    En el post sobre Perpignan aporté un comentario dando mi opinión respecto a la edición que podría reproducirlo entero sin salirme del tema. Pero sólo repetiré el último párrafo:

    "Entonces ¿Es problema del fotógrafo? ¿del uso de las herramientas de edición? ¿o es un fallo de sistema que nos alerta de la necesidad de un patrón de comportamiento ético para con el fotoperiodismo, como así ha sido siempre?"

    El rigor informativo, a pesar de la subjetividad inherente, no es cosa de herramientas sino de honestidad.

    En cuanto a la comparación de las dos fotos, el contenido informativo está acentuado en ambas, sólo que en mi opinión una centra el interés en lo importante de la escena y la otra lo exagera (y no precisamente por el color).

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  15. Se me olvidaba lo más importante. Como dice Paco más arriba, excelente trabajo. Se agradecen tus esfuerzos, a los que debo que ahora sea un poco menos igorante en cuanto a la figura del editor.

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  16. Me ha encantado el articulo y en este territorio, hay tantos matices..., es un tema en constante hervor..., yo sólo sé que tal y como yo lo entiendo, en fotoperiodismo como tal, importante por encima de todo es lo que ya se ha dicho: la honestidad, que yo amplío a la buena fe, el respeto a la verdad que se muestra ante la cámara..., otra cosa es la fotografía a secas..., creo que la interpretación puede ponerse de manifiesto en cualquier momento del acto creativo, desde la toma, a la presentación, pasando, cómo no, por la edición. Eso sí, hay una frontera entre el diseño gráfico y la fotografía, y a veces, capturas fotográficas acaban siendo realizaciones gráficas que "nacen desde" la caja oscura, pero acaban en otro planeta.
    Muchas gracias por tan interesante trabajo.

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